Hoy, 7 de septiembre, se cumple un año del fallecimiento de la gran María Jiménez, a la que tanto su hijo, Alejandro Sancho, como el resto de su familia siguen teniendo muy presente. Y es que la artista dejó un gran hueco en el mundo de la actuación y la música, pero también en los corazones de sus seres queridos.
De ahí, que coincidiendo con el aniversario de su partida, hayan querido rendirle un homenaje muy especial en la urbanización gaditana donde vivió los últimos 20 años, a medio camino entre Chiclana y Conil. No había mejor lugar para colocar una escultura en su memoria, lo que seguramente le habría encantado a Jiménez y se ha convertido en la mejor forma de honrarla.
Era en el año 2003 cuando María Jiménez fijaba su residencia en la urbanización San Andrés Golf, en una amplia vivienda de una sola planta y piscina, que se convirtió en un verdadero refugio para ella durante sus últimos años. De hecho, el interior de su casa recuerda realmente a un museo, sobre todo por la forma tan peculiar en la que está decorada. Desde techos escondidos por telas, a cuadros, arcos estilo marroquí o sillas que recuerdan a la Feria de Abril de Sevilla.
Una gran cantidad de elementos decorativos que le dan al lugar una personalidad y un estilo que es realmente difícil de encontrar en cualquier otro sitio. De hecho, también podemos destacar los suelos típicos de Andalucía y la gran cantidad de muebles antiguos que adornan la casa, como la curiosa mesa de azulejos azules que encontramos en la cocina. Una verdadera joya de la que han podido disfrutar sus seres más queridos y su hijo, quien actualmente se encarga de cuidar la vivienda y mantenerla en perfecto estado.
"Vivo en su casa y me encargo de todo lo relacionado con su 'merchandising'. Echo muchísimo de menos a mi madre, la tengo presente cada día", ha confesado Alejandro Sancho en una reciente entrevista para 'Pronto'. De lo que no cabe duda, es de que María Jiménez se sentía muy orgullosa del hogar que ha construido, donde el exterior tampoco se queda atrás y resulta igual de impresionante. Así, podemos ver que en la zona de la piscina la artista contaba con grandes porches que permiten protegerse del sol.
Del mismo modo, la entrada de la casa presenta algunas partes enlosadas y otras con césped que protegen muy bien su interior. Además, queda claro que Jiménez se abrazaba a la vida y celebraba cada segundo, habiendo dedicado una zona especial en el jardín a lo que ella llamaba: "Fiesta de la resurrección".
Gracias a programas como 'Mi casa es la tuya', pudimos conocer de cerca cada uno de los coloridos rincones de la vivienda de la artista y que ahora cuida su hijo. Un casa que guarda entre sus paredes, ante todo, mucho arte.