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A estas alturas de tu vida, conoces a la perfección tu talla de pie. Pero no todos los zapatos son iguales, así que a veces nos llevamos la sorpresa de que el último par que hemos comprado nos queda pequeño o nos hace daño. Si lo descubres al probarlos en casa o en la tienda, lo más sencillo es devolverlos, cambiarlos por otra talla o, sencillamente, no comprarlos. Pero si las molestias empiezan una vez que los has estrenado, ya no hay vuelta atrás. Por suerte, es posible ensanchar unos zapatos que te aprietan con trucos tan sencillos como los que te contamos a continuación.
Usa los zapatos en casa para ensancharlos con estas indicaciones: dales calor en el interior (nunca demasiado cerca del zapato) y, a continuación, ponte unos calcetines gruesos y camina por casa un rato. Para que el truco sea aún más efectivo, humedece ligeramente el interior del zapato antes de darle calor y ponértelo con los calcetines.
Antes de salir con tus zapatos a la calle, utiliza una crema hidratante (puede ser la que uses para el cuerpo) y aplícala en el interior del zapato. También es importante que pongas la crema en tu pie, sobre todo si son unos zapatos que se llevan sin calcetín.
Humedece papel de periódico y apriétalo para hacer una especie de horma casera que debes introducir en el zapato, presionando con fuerza. Es un truco muy eficaz con el que puedes conseguir que dejen de apretarte los zapatos.
Este alcohol, muy utilizado en limpieza, puede serte muy útil para conseguir que tus zapatos te resulten cómodos y confortables. Lo que debes hacer es humedecer el interior del zapato con el alcohol y, a continuación, calzártelo para que se adapte a la forma de tu pie.
Este truco es muy popular y realmente eficaz. Debes llenar dos bolsas herméticas con agua en introducirlas en el interior de tus zapatos. A continuación, mete los zapatos en una bolsa de plástico bien cerrada ¡y sin agua!. Luego introduce la bolsa en el congelador hasta que el agua se congele. Puedes repetir este truco varias veces hasta que los zapatos se ensanchen tanto como te gustaría.
Nos encantan los trucos caseros, pero no debes olvidar la opción de llevar tus zapatos a un zapatero para que los ensanche con su horma profesional. Además de ser un remedio eficaz, podrás indicarle qué zonas del zapato te aprietan para que sea las que ensanche.