El invierno no ha llegado oficialmente, pero la bajada de temperaturas está a la vuelta de la esquina. Así que es muy posible que estos días comiences a pensar en encender la calefacción. Y para que tu hogar esté caldeado como imaginas es esencial limpiar y preparar los radiadores. Además de la imprescindible revisión de la caldera por parte de técnicos profesionales, dejar tus radiadores a punto para el invierno es algo que puedes hacer tú misma. Solo tienes que seguir estos sencillos pasos que te contamos a continuación.
El primer paso es realizar una limpieza profunda de los radiadores antes de encenderlos. Si tienen polvo y suciedad acumulada pueden ser menos eficientes a la hora de calentar tu casa. Limpia la superficie con un paño húmedo y ayúdate de una aspiradora con accesorios delgados para eliminar el polvo acumulado en las rendijas. Si tienen un limpiador de vapor te vendrá genial para una limpieza profunda.
Para garantizar que los radiadores funcionan correctamente es fundamental purgarlos (o sangrarlos). Con el tiempo se acumula aire en el interior de un radiador, y eso impide que el calor circule correctamente. Usa una llave de radiador o una moneda para liberar cualquier aire atrapado. Coloca un recipiente debajo de la válvula para recoger el agua y asegúrate de cerrar la válvula una vez que comience a salir agua limpia y sin burbujas de aire.
Antes de encender el sistema de calefacción, verifica cuidadosamente si hay alguna fuga en los radiadores. Las fugas pueden causar daños significativos y reducir la eficiencia del sistema. Observa cualquier signo de humedad alrededor de las conexiones y válvulas. Si encuentras alguna fuga, es mejor llamar a un profesional para que realice las reparaciones necesarias.
Los termostatos son los grandes aliados para controlar la temperatura de tu hogar. Asegúrate de que todos los termostatos estén funcionando correctamente y calibrados a la temperatura deseada. Considera la posibilidad de invertir en un termostato programable que te permita establecer horarios para conservar energía cuando no estés en casa.
Con estos pasos simples, pero efectivos, puedes estar seguro de que tu sistema de calefacción estará en perfecto estado para recibir el invierno. Pero el invierno puede traer consigo problemas de calidad del aire, especialmente si tienes alergias o asma. Considera la posibilidad de instalar purificadores de aire en las habitaciones principales para mantener el aire limpio y fresco, especialmente cuando las ventanas están cerradas.