Las cocinas clásicas y de estética vintage tienen un encanto indiscutible, que a veces parecer imposible de conseguir si pensamos en la decoración de una cocina de estilo moderno. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque es cierto que las cocinas modernas parecen apuntar a la sencillez de líneas para conseguir un acabado elegante, también pueden convertirse en un espacio único, cálido y, sobre todo, muy personal. No te pierdas estas cocinas que te servirán de inspiración para decorar la tuya.
Los azulejos son ese elemento tradicional que, bien utilizado, puede hacer que tu cocina sume puntos en modernidad, pero también en calidez y estilo. Estos que rodean la isla en verde botella son ideales y es un acierto combinarlos con unos taburetes minimalistas.
Las cocinas modernas suelen caracterizarse por contar con los últimos modelos en electrodomésticos, pero también sabemos que un amante de la cocina prefiere guisar en una cocina de gas. La solución que encontramos en este diseño es espectacular. Fíjate en los fuegos que flotan en la encimera de mármol. Impresionante.
¿Quién dijo que una cocina blanca tenía que ser fría? Solo necesitas apostar por la madera como material complementario y conseguirás un efecto de cocina clásica de toda la vida, combinado a la perfección con el diseño moderno de la misma.
Este azul turquesa que predomina en esta cocina podría resultar algo juvenil de más. Pero entonces aparece el dorado de los acabados y detalles, y todo se transforma en una espectacular cocina, elegante a más no poder y, efectivamente, muy moderna.
Las cocinas modernas suelen ser abiertas y conectar, por lo general, con el salón de la casa. En este caso, la propuesta va un paso más allá y consigue una fusión digna de aplauso entre ambos espacios. Solo con esas largas cortinas y la estantería con libros, el efecto es impresionante.
Es decir, los diseños más modernos, para ser buenos, deben resultar cómodos. En esta cocina lo saben y han elegido unas sillas para la zona de comedor que invitan a sentarse, disfrutando de la comida y de una buena sobremesa sin miedo al dolor de espalda. Por no hablar de que son preciosas…
Aprovecha cualquier posibilidad de luz natural en tu cocina, venga de donde venga. Si tienes la suerte de, como en esta cocina, conseguir que caiga directamente sobre la isla central, enhorabuena. En cualquier caso, no cubras ningún hueco por el que puede colarse un rayo de sol. Así se potenciará cualquier elección que hayas hecho en el diseño y decoración de tu cocina.