{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Decorar la pared del salón es todo un reto. Invertimos nuestro esfuerzo creativo en amueblar esta estancia tan importante dentro de una casa, y cuando llega el momento de pensar en sus paredes la cosa puede complicarse. Apostar por el buen gusto y ser fieles al estilo propio es clave para conseguir que nuestro salón sea tan bonito y auténtico como queremos. No te pierdas estas ideas para decorar las paredes del tuyo.
Decorar las paredes del salón con tus propias fotos es una opción siempre válida, pero si eres una verdadera apasionada de la fotografía, enmarca esos retratos tan especiales de tus artistas preferidos. La pared subirá puntos, sobre todo si son fotos en blanco y negro.
¿Estanterías o cuadros? No tienes que elegir, sino combinar. Esta propuesta de distribución es de diez, aunque puedes probar con la que más te guste. Todo el arte pictórico y literario de tu casa pueden dar lugar a la pared con más protagonismo de tu salón.
Usar un color vivo para una de las paredes del salón es una elección que merece mucho la pena. Debes entenderlo como si colgaras un cuadro, es decir, como un elemento decorativo que no tiene por qué ser eterno. Pero que mientras te guste tenerlo, aportará estilazo a tu salón.
Esta tendencia deco está arrasando en los últimos tiempos. De hecho, habrá quien te recomiende que te olvides de clavos y alcayatas, que los cuadros ahora se apoyan en el suelo, aparadores y todo tipo de superficies para crear un espacio completamente actual. Y estamos de acuerdo.
Es una necesidad cada vez más evidente que nuestras casas conecten con la naturaleza, aunque estén levantadas en el centro de la gran ciudad. Lo más sencillo (y muy efectivo) es rodearnos de plantas, pero también es sensacional optar por muebles, como una estantería, realizados en materiales como el mimbre.
Puede que lo mejor de una pared es que que no sea una pared, propiamente dicha. Si estás haciendo obra en una nueva casa, toma nota de la posibilidad de instalar una vidriera en una de las paredes de tu salón que comunique con un pasillo o la cocina, dejando pasar la luz. Será el toque de estilo indiscutible.
Nos sobran los motivos para añadir un espejo a una pared del salón: estilo, utilidad, ampliación visual del espacio… Apuesta por uno de gran tamaño, que tenga altura y, si es posible, no olvides la recomendación que te hemos dado un poco más arriba: no lo cuelgues, apóyalo en el suelo, y ya lo tienes hecho.