Piezas 'deco' que usaron tu abuela y tu madre y que son tendencia: de platos de cerámica a espejos

Primero fue el 'grandmacore' el que recuperó ese aire vintage de la casa de tu abuela y copió un estilo de vida hogareño, con buena mano para las plantas y la cocina. Y ahora llevamos esa estética mucho más allá e incorporamos objetos que siempre han estado en su casa y que demuestran su buen gusto y su visión de futuro.

¿Recuerdas ese espejo dorado que tenía en la entrada? Pues ahora es tendencia de decoración, al igual que la mecedora, el paño de macramé que cubría el brazo del sofá o los platos que vestían la pared del sofá.

La decoración es cíclica y cada cierto tiempo vuelven modas y objetos que vivieron un momento de gloria pasado. Aunque algún regreso (la vuelta del gotelé es uno de ellos) puede provocarme un sarpullido, lo cierto es que la mayoría se pueden incorporar sin problema a las casas actuales, aportando un toque de estilo, como los muebles de rejilla que también han conquistado a Inés Hernand.

Estos son mis seis preferidos. Descubre cómo incorporarlos en tu piso para que no ‘canten’ ni se vean fuera de lugar. 

Una mecedora con estilo

¿Quién quiere una butaca teniendo una mecedora cerca? No solo es cómoda, sino que su balanceo es perfecto para una siesta corta (o larga). Eso sí, ahora la desnudamos, la elegimos en un color rompedor, como el negro, y dejamos que sea la estrella del salón, pero también del dormitorio si no tiene problemas de metros.

Una pieza de macramé, ganchillo

La casa de tu abuela, incluso la de tu madre, contaba con varios accesorios de macramé, ganchillo o punto de cruz. Adornaban el brazo del sofá, la mesa de centro o, incluso, las más habilidosas, hacían cortinas o colchas. Ahora se integran con facilidad en forma de cojines, tapices colgantes y adornos, aportando calidez y ese algo especial que tienen las cosas que se hacen a mano. Sin olvidar, ese aire boho que siempre le acompaña.

Platos que se suben por las paredes

Lo reconozco: su vuelta me parecía imposible. Sin embargo, los platos decorando la pared del salón, el comedor o la terraza han vuelto y parece que no tienen intención de irse pronto. ¿Los ves en tu piso? Es cuestión de probar.

Aunque los originales eran de porcelana, ahora los hay de fibras naturales, melamina (otro regreso triunfal), latón y otros materiales irrompibles. Además, sus clásicos motivos de paisajes o frutas se sustituyen por frases motivadoras o estampados que encajan mejor en decoraciones modernas.

Papel pintado con motivos geométricos

El papel pintado se ha colado en nuestras casas por la puerta grande y no solo no quiere irse, sino que cada vez 'toma' más espacios que antes parecían prohibidos, como la cocina y el baño. Ahora da un nuevo giro y se alía con los motivos geométricos, con una estética que nos recuerda a los diseños de los años 60 y 70 que incluso la propia María Pombo ha incluido en 'Casa Vaca', su vivienda en Cantabria:

A rayas, cuadros o figuras imposibles, aportan un plus de personalidad y son capaces de transformar un espacio soso y gris en un lugar dinámico y especial. Si te parece 'too much', resérvalos para una pared de acento.

Un espejo dorado y recargado

En el recibidor, el salón o el dormitorio. Los espejos eran habituales en la casa de tu abuela y ahora en la tuya. Eso sí, para que triunfen deben ser dorados y tener un marco ornamentado y recargado que proporcione un toque de exceso y opulencia.

Son un buen aliado para ampliar los metros, multiplicar la luz y, por supuesto, dar el ok al look antes de salir de casa, pero también son un recurso decorativo lleno de fuerza. Úsalos sobre los muebles y también en el suelo. A veces, ni siquiera necesitas que tenga espejo, el precioso marco es toda una declaración de principios.

Una alacena como las de antes

Olvidadas durante un tiempo, hoy vuelven reclamando un papel protagonista en el salón o el comedor. Perfectas para guardar los objetos y las piezas que merece la pena enseñar, no podemos negar que no son aptas para todas las casas, ya que ocupan mucho espacio.

¿Una buena idea? Usarla como librería con puertas. Otra buena opción es pintarla de un color más claro y empapelar su trasera con un papel de flores para aligerar su peso visual, sin perder su encanto.

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