No hay nada mejor para un balcón o terraza que las plantas de exterior que duran todo el año. Son el mejor elemento decorativo y aportan ese toque natural que tan bien nos sienta, tanto en lo visual como en el estado anímico. Lo importante es saber elegir bien, y poner dentro de casa las plantas de interior, mientras que para los espacios abiertos debemos buscar aquellas que resistan tanto al frío como al calor. Toma nota de estas que te proponemos aquí para incorporar a tu jardín privado.
Los pensamientos son unas flores preciosas, de tonos muy variados, que tiene un periodo de floración muy extenso, por lo que puedes disfrutarlas gran parte del año. Además, resisten muy bien las temperaturas extremas, incluyendo las heladas invernales.
Los geranios son un clásico en patios y balcones por su alegre colorido y por lo resistentes que son. Si optas por ellos no te vas a arrepentir, porque su flores, ya sean blancas, rojas o rosas, estarán esplendorosas gran parte del año. Sobreviven sin problema al invierno y necesitan un riego abundante en verano.
El crisantemo resiste ante las condiciones adversas, también en invierno aunque bajen drásticamente las temperaturas. Sus flores son bellísimas y en primavera están en todo su esplendor. Agradecen las podas y un poco de fertilizante cada cierto tiempo.
Las trepadoras hacen magia en cualquier jardín, sea grande o pequeño. Esta planta trepadora adorna cualquier soporte vertical, creciendo sin mucha exigencia, ya sea un reja, un muro o una pérgola. Eso sí, no soporta las heladas, por lo que es importante cubrirla cuando llega el invierno.
A los helechos les encanta la luz, por lo que funcionan muy bien en el exterior. Eso sí, no soportan el sol directo. Sus hojas anchas y verdes son una explosión de naturaleza en cualquier rincón, y para que mantengan su esplendor, acuérdate de que deben tener siempre la tierra húmeda.
La azalea es una de las plantas que pueden estar tanto en el interior como en el exterior y son muy decorativas. Resiste todo el año y hay distintas variedades, por lo que debes informarte para no hacerte con una que tenga hojas caducas. ¡Ah! y es tóxica para gatos, así que no es la indicada para ti si tienes un amigo gatuno.
La hiedra no debería faltar en tu jardín porque tiene flor todo el año (de diferentes colores), es resistente y absorbe la humedad. Su riesgo es moderado en invierno, aunque lo necesita con más frecuencia en verano. No olvides abonarla para que crezca como debe cuando esté en la época de hacerlo.
Las plantas aromáticas aportan un extra al jardín porque son un placer para nuestro sentido del olfato. La lavanda tiene un aroma inconfundible que, además, ayuda a que te sientas relajada. Para que esté esplendorosa asegúrate de que recibe la luz directa del son y riégala un par de veces por semana.
El romero es otra planta aromática que, además, puedes utilizar en la cocina para sazonar tus mejores platos. Su olor es sensacional, no necesita apenas agua y le encanta recibir la luz del sol. Ideal para un rincón en el que quieras tener un arbusto.
Las crasas y suculentas son perfectas para los jardines, y una de las más apreciada es el ágave. Son muy resistentes al sol y no necesitan apenas agua para desplegar toda su belleza. Eso sí, no toleran muy bien el frío.
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