Las últimas semanas para Fedez han sido de lo más intensas, especialmente hace unos días, donde se llevó todo el protagonismo por su actuación en el Festival de Sanremo gracias a su canción ‘Battito’. Un tema que habla sobre la salud mental y que ha sido de los más aplaudidos del certamen, y que, a pesar del clamor del público, no ha resultado ganadora. Pero si por algo se encuentra en boca de todos es debido a sus declaraciones sobre las infidelidades a su ex mujer Chiara Ferragni durante todo su matrimonio.

Como toda pareja que se encuentra en un proceso de divorcio, en su caso el reparto de bienes ha sido bastante ‘fácil’, teniendo en cuenta que ambos poseen una fortuna. Durante sus años de casados, estuvieron viviendo en el City Life, una de las zonas más exclusivas de Milán, en un apartamento de dos plantas de alquiler, pero poco antes de separarse, adquirieron dos propiedades una en el corazón de la ciudad de la moda -que finalmente se ha quedado la empresaria- y una villa de ensueño en el Lago de Como, con la que se quedó el cantante.

Pero por mucho que ‘Villa Matilda’ -así fue bautizada esta residencia en honor al perro que tenía la pareja y que falleció poco antes de que terminase su historia de amor- tenga todos los ingredientes para ser una casa magnífica, parece que no terminaba de convencer al cantante, quien hace meses que la puso en venta (sin haber encontrado un comprador que merezca la pena, todavía).

Ubicada en Pognana Lario, una de las localidades más exclusivas de Como, la mansión fue adquirida por los ‘Ferragnez’ a mediados de 2022 por 5 millones de euros, cifra a la que habría que sumar el coste de las obras, pues fue reestructurada prácticamente de arriba abajo por el equipo de ‘13.1 Architecture & Decor Studio’, uno de los estudios más prestigiosos de Milán (cuyo propietario, por cierto, es uno de los amigos íntimos de Chiara).

Villa Matilda destaca por su diseño moderno -pero con un tinte clásico que encaja a la perfección con el resto de casas de la zona- su piscina infinita con vistas al lago y su muelle privado. Más que una simple vivienda, Villa Matilda simbolizaba el estilo de vida de la mediática pareja y su búsqueda de exclusividad y confort. Ahora, su venta ha despertado el interés de compradores de alto perfil, con ofertas que superan los 10 millones de euros (y que por el momento, parece que no han convencido al cantante).

El exterior de la propiedad se extiende sobre 1.000 metros cuadrados de jardines diseñados con gran atención al detalle. Pero sin duda, uno de los mayores atractivos de Villa Matilda es su muelle privado, algo poco común incluso en las lujosas residencias del Lago de Como. Desde aquí, la pareja solía embarcarse en su icónica lancha de madera, cariñosamente llamada "Raviolo". Junto al muelle, se extiende un jardín de diseño meticuloso, donde elementos contemporáneos conviven con esculturas clásicas y exuberante vegetación.

Además, cuenta con una impresionante piscina infinita climatizada, diseñada para integrarse visualmente con el paisaje, creando un efecto de continuidad con el agua. Este espacio exterior es un verdadero santuario de relajación y exclusividad.

La decoración interior de Villa Matilda combina simplicidad y sofisticación con un estilo luminoso y refinado, en el que predominan referencias al mundo náutico. El edificio principal posee dos plantas, abarcando aproximadamente 400 metros cuadrados de espacios interiores. La planta baja alberga la zona de estar, donde la cocina, con encimeras de mármol y muebles de madera lacada, se abre a un refinado comedor. En este nivel también encontramos un baño de cortesía y un elegante salón con sofás diseñados a medida que invitan al relax y el descanso.

Un detalle único del salón (además de sus grandes ventanales que dejan pasar toda la luz) es su gran biblioteca, en la que los tradicionales cristales han sido reemplazados por espejos, reflejando el lago y creando la ilusión de estar inmerso en sus aguas. Desde esta estancia se accede directamente al muelle subterráneo, que también cuenta con un área de servicio.

En la primera planta se encuentra la zona de descanso, compuesta por tres dormitorios y dos baños. La suite principal, con vistas panorámicas al lago y baño en suite, se conecta a un espacioso vestidor con armarios diseñados a medida (y que estamos convencidas de que hacía las delicias de la influencer).

En la casa se ha cuidado lasta el más mínimo detalle. Por ejemplo, se han recuperado los suelos de parqué de espiga, así como la decoración de algunas de las paredes. Además, cada habitación se distingue por su propia paleta de colores: tonos neutros en la suite principal, amarillo y gris en el segundo dormitorio, y una combinación de rojo, burdeos y azul en el tercero.

No falta tampoco la presencia de caoba, junto con materiales como bambú, ratán y rafia tejida y que encajan a la perfección con el lino y algodón de los textiles de la villa. También encontramos mesas antiguas que parecen sacas de un anticuario, obras de arte seleccionadas en diversas galerías, apliques de cristal de Murano… Y es que, como si de un museo se tratase, cada elemento ha sido cuidadosamente integrado, logrando un equilibrio elegante y atemporal.

Pero eso no es todo, la propiedad incluye una construcción anexa, con dos dormitorios y un baño, convirtiéndola en un espacio ideal para el alojamiento del personal de servicio o como una casa de huéspedes. Ahora queda saber cuánto tendrá que esperar Fedez para celebrar su venta. Solo el tiempo lo dirá.

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