Las uñas de los pies son una de las zonas que más sufren. Por eso, será muy importante mantenerlas sanas, evitar que se encarnen, que se produzcan infecciones y para que estén siempre bonitas y con un aspecto sano. Por tanto, el aseo diario será de máxima importancia, ya que esto evitará que se contraigan diversas enfermedades en las uñas o se sufran problemas derivados de ellas. Lo mejor será mantenerlas cortas, limpias y, sobre todo bien hidratadas. Para este mantenimiento, las uñas deberán estar especialmente blandas. Para que esto se produzca deberás seguir una serie de consejos.
Normalmente, después de la ducha, las uñas de nuestros pies tenderán a ablandarse y será en ese momento cuando se puedan cortar con más facilidad. Esta será una de las formas más cómodas de tratar las uñas. Además, será una solución de la que podrás aprovecharte en tu día a día y no tendrás que prestarle una atención determinada.
Eso sí, antes de remojarlas deberás aplicar una crema hidratante tanto en las uñas como en las cutículas, masajeando la zona de los dedos.
Luego, deberás remojarlas en agua tibia, llenando un barreño profundo con agua templada. Además, podrás incluir una serie de aceites esenciales que, además, hará que te relajes más. También, podrás añadir sal gorda, sales de baño o vinagre que proporcionarán un efecto más relajante. Déjalos así durante unos quince minutos para que el agua ablande más las uñas.
Otra forma de ablandar las uñas será añadir agua a un barreño e incluir un poco de jabón neutro y un poco de alcohol. Podrás dejarlos sumergidos durante unos quince o veinte minutos.
Una vez que retires los pies, limpios bien con una toalla y déjalos secar. Será en ese momento cuando puedas hacer uso de un cortauñas, aprovechando que están blandas. Tras cortarlas deberás limarlas bien para eliminar todas las imperfecciones. Una vez que hayas acabado se tendrá que aplicar una loción hidratante en las uñas para mantener las uñas nutridas y perfectas.