Dafne Fernández y su marido Marío Chavarría daban la bienvenida a finales de 2020 a su segundo hijo. Jon, su primogénito, se convertía en hermano mayor de Alex, una niña que llegaba a este mundo en plena pandemia y después de un largo embarazado marcado por una complicada recta final debido a “un pequeño sustillo” que obligó a la intérprete a hacer “reposo relativo” por recomendación de su médico, como cuenta ella misma en el vídeo bajo este párrafo. Sin embargo, todo esto forma ya parte de su historia y la familia está encantada con sus dos retoños en su luminoso piso de Chamberí. Vivienda a la que hemos accedido a través de las redes sociales, enseñándonos la decoración de cada uno de sus rincones.
El pasado noviembre, la intérprete posaba junto al fotógrafo frente a un espejo que nos colaba directamente a la estancia principal de su inmueble. Espacio que han dividido en dos zonas bien delimitadas utilizando vigas vistas de hierro como elemento separador.
A la izquierda de esta habitación se ubica la cocina, formada por una isla central gris que dispone de varias banquetas que nos permiten comer si lo deseamos en esta zona, que mezcla tonos grises, beige en su mobiliario y el negro de sus electrodomésticos.
A tan solo unos pasos se encuentra un acogedor salón donde poder pasar el tiempo libre viendo la amplia tele, leyendo o descansando en los sofás azules que conforman este lugar. Sus grandes ventanales permiten el acceso a la luz solar, que ilumina gran parte del inmueble.
Al lado de esta parte, frente a la cocina y a unos metros del cuarto de estar Chavarría y su mujer han colocado una amplia mesa para realizar comidas familiares o reunir a varios amigos.
A las espaldas de Dafne y su padre en la anterior fotos observamos parte de esta zona de descanso donde anteriormente se encontraba un sofá azul marino que ha sido sustituido por uno de pana en color rosa. Junto a este mueble, y al igual que en salón, dispone de una planta y una pequeña mesa decorada con una lámpara y otros objetos. En su pared un cuadro y un pequeño espejo circular que refleja la parte contraria de este apartamento.
Tener un hijo de dos años y una niña recién nacida ha empujado a Fernández y su chico a contar en su casa con una pequeña sala de juegos donde puedan divertirse con sus muñecos. Aquí no solo se lo pasan en grande los pequeños, la artista se ha fotografiado junto a Jon disfrutando de los numerosos juguetes que almacena en un amplio mueble con varias cajoneras en color azul y amarillo colocado sobre una alfombra de formas geométricas multicolor donde dar rienda suelta a la imaginación.
Donde no nos han permitido aún entrar han sido en el cuarto del niño y en su dormitorio principal, fotografiándose únicamente con Alex para hablar de la lactancia sobre su amplia cama, ataviada con un original juego de sábanas negras con flores.