Las patatas son uno de los elementos básicos de nuestra dieta. Por eso, es normal que su consumo sea habitual en muchas familias. Además, es un alimento que es fácil de cocinar y, sobre todo, que gusta a todo el mundo, incluido niños.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la temporada de la patata se extiende desde principios de junio hasta finales de octubre. Es en ese momento cuando este tubérculo está en su mayor esplendor y cuándo se recomienda su consumo. Además, este alimento debe conservarse en un lugar seco y que esté refugiado de la luz del sol.
Lo más normal será que las patatas sean bastante sensibles a la luz. Por eso, lo mejor es que se almacenen en un sótano o en una despensa oscura. Además, el lugar deberá ser fresco, como entre unos 8 y 15 grados. Cuanto más calor, antes se secarán. Tampoco tolerarán la humedad, por lo que no deberán reposar en lugares húmedos o fríos.
Sí que es cierto que, con el paso del tiempo, podemos observar cómo a la patata le ha salido una especie de tubérculos que harán que nos replanteemos si son aptas o no para el consumo. Lo cierto es que en estos casos lo que habrá que hacer será cortar con un cuchillo aquellos puntos verdes o los brotes más cortos y brillantes.
Luego, se podrá cocinar la patata como siempre. Sí que es cierto que en el caso que quieras almacenarlas deberás seguir otro tipo de procedimiento. Entonces, ¿cómo podemos conservarlas ya cocidas de forma apropiada para que no se estropeen?
Seguro que has oído que muchas personas deciden conservar las patatas cociéndolas. Es correcto, ya que las patatas hervidas podrán guardarse en la nevera durante tres o cuatro días.
Antes de ponerlas en la nevera, deberás poner las patatas en un plato, cubrirlas con un paño y esperar a que estén frías.
Una vez se hayan enfríado, estas deberán estar bien secas gracias, por ejemplo, a una toalla de papel.
Para evitar que las patatas cojan el mismo sabor que aquello que tienes en la nevera, lo mejor será que tengan un buen espacio o que se guarden en un recipiente hermético. Será muy importante que tengas en cuenta su olor al ir a consumirlas, ya que será un indicativo de si son comestibles o no.