Hace unos meses, la propia Georgina Rodríguez anunciaba a través de sus redes sociales que será la protagonista de un reality sobre su vida privada que se emitirá en Netflix. Aunque ya conocemos muchos datos de ella y de cómo era su vida antes de conocer a Cristiano Ronaldo, la celebrity está “muy ilusionada y feliz” de que podamos saber realmente cómo es su día a día. Aunque todavía queda un tiempo para poder disfrutar de este documental, la novia del astro portugués se ha adelantado y nos ha colado en la impresionante casa que tienen en Lisboa y en la que viven junto a sus cuatro hijos.
Hace unos días se publicaba que la pareja está instalada en la casa más cara de todo Portugal, valorada en 7,3 millones de euros. Esta vivienda se encuentra en el centro de la capital, en la Rua Castilho, frente al Parque Eduardo VII de Lisboa. Aunque el ático es propiedad del futbolista, el edificio está formado por 20 plantas en la que se reparten 14 pisos, algunos de ellos dúplex.
Lo cierto es que la noticia de esta compra ya se hizo pública en el año 2019, pero la pareja no disfruta a diario de esta casa porque hasta ahora han vivido en Turín, ya que él forma parte del equipo de la Juventus desde el verano de 2018. En las últimas semanas son muchos los rumores que han salido a la luz sobre su futuro, ya que el portugués podría querer irse del club al que pertenece ahora y quedaría en el aire su futuro profesional.
Está dividida en varias zonas. Una de ellas es donde el futbolista realiza sus entrenamientos. La parte de la terraza más cercana a la casa tiene un gimnasio cubierto repleto de cristaleras donde no falta ninguna de las máquinas que el portugués utiliza a diario para mantenerse en forma. Desde ahí, incluso montado en la bici estática, puede disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad. Lo que continúa al gimnasio es una sala de descanso repleta de sofás, una mesa de madera y una increíble pantalla de plasma.
Pero sin duda, la zona del solarium, la piscina y el jacuzzi es la más impresionante. Al fondo, pegado al mirado desde el que se puede ver Lisboa al completo, una gran piscina seguida de un jacuzzi en el que también puede entrar toda la familia.