Todos conocemos la sensación de salir de la ducha y arroparnos con una toalla que esté limpia, seca y, sobre todo, suave. Es un sentimiento inexplicable y que, en algunas ocasiones, es especialmente complicado de conseguir. Con el paso del tiempo será normal que las toallas pierdan su resistencia, debido a que están expuestas a humedad y cambios de temperatura. Además, si se lavan a menudo se pueden perder la calidad, su tacto y su suavidad.
Para que esto no suceda y para recuperar su forma original habrá que seguir una serie de consejos. Así, lo primero será llenar un barreño de agua fría e incorporar un poco de vinagre y limón. Luego, habrá que sumergirlas en la mezcla y dejar que actúe durante, al menos, una hora. El siguiente paso será enjuagarlas en agua fría. Por último, ya podrás meterlas en la lavadora.
Será importante que no incorpores demasiado detergente. Una pequeña cantidad del producto será suficiente para lograr el resultado que queremos. Además, respecto al suavizante, lo más recomendable será que se aplique poca cantidad y evitar incorporar lejía.
Tampoco será recomendable incluir demasiadas prendas en el tambor. Las toallas necesitarán cierto espacio para limpiarse adecuadamente y, por eso, habrá que programar los lavados con alguna opción de frío.
Una vez que ya tienes las toallas lavadas deberás tener en cuenta cómo debes secarlas. En el caso de que tengas secadora habrá que hacerlo a una temperatura muy baja. Además, podrás incluir una pelota de tenis para proporcionar mayor suavidad.
En el caso de que no tengas lavadora siempre podrás optar por dejarlas al aire libre. Eso sí, será importante sacudirlas bien para eliminar todo el exceso de humedad. No habrá que colocarlas dentro de casa o encima de un radiador, ya que podrá generar mucha humedad dentro del hogar.
Siempre estará bien prevenir el mal olor. Para ello, habrá que secar las toallas lo mejor posible cada vez de cada uso. También, podrás añadir un poco de vinagre blanco para neutralizar todos los olores y habrá que evitar que la toalla pase en el tambor más tiempo del que necesita. En el caso de que la toalla tenga un olor muy intenso, lo mejor será lavarla con agua caliente y un poco de bicarbonato.