El horno es uno de los electrodomésticos que más se ensucian. Además, en muchas ocasiones, en algunas casas se evita su uso para no tener que realizar esta tarea tan tediosa. Una de las zonas donde más se puede acumular la suciedad será en la bandeja del horno. Por eso, será muy importante lograr una buena higienización y hacerlo de una forma rápida y sencilla.
Además, esto se podrá llevar a cabo con distintas técnicas caseras y podrás realizarlo con algunos productos que seguramente tienes por casa y no serán de gran coste. Uno de esos productos es el bicarbonato de sodio, que se podrá mezclar con vinagre blanco, limpiando bien la bandeja del horno.
Para ello, deberás mezclar unas diez cucharadas de bicarbonato de sodio y, luego, añadir cuatro cucharas de agua y otras cuatro de vinagre. Eso sí, podrás observar que, en algunas ocasiones, se forma mucha espuma. Esto será algo normal y de lo que no deberás preocuparte. Una vez que ya esté más seco habrá que quitarlo con cuidado, teniendo en cuenta que lo ideal será que quede una textura más pastosa o cremosa.
Habrá que colocar esa pasta en los lugares en los que veas que se ha acumulado más suciedad. Para que sea más eficaz se tendrá que dejar actuar durante unas tres o unas cuatro horas. Una vez transcurrido el tiempo se tendrá que retirar todo el producto muy bien. Eso sí, lo mejor será que utilices una esponja especial y añadir un poco de agua.
El agua caliente también puede convertirse en un buen elemento para la limpieza de la bandeja. Antes de limpiarla habrá que sacar la bandeja del horno y quitar bien el exceso de grasa. Se tendrá que utilizar un papel absorbente y lo siguiente será introducir la bandeja en agua caliente. Luego, se tendrá que retirar el exceso con una esponja y volver a colocarlo todo en su sitio.
El limón también servirá para neutralizar bien los olores y es capaz de desinfectarlo todo gracias a sus componentes ácidos. De esta forma, el zumo logrará quitar la grasa y eliminar aquellos aromas que son menos agradables. Se tendrá que remojar la bandeja en un recipiente con agua y zumo de limón. También, es importante añadir la cáscara del limón. Asegúrate de utilizar una esponja con alambre y frotar bien.