Con el frecuente uso las fregonas, como cualquier otro utensilio doméstico, comienzan a estropearse e, incluso, podemos notar que desprenden un cierto mal olor o que tienen moho. Esto es algo muy común y no dependerá de la calidad de la misma, sino de cómo la cuidamos. Por eso, será muy importante mantenerlas limpias y así prevenir que la humedad se acumule.
En un primer momento, nos puede parecer que la fregona siempre está limpia porque se encuentra en constante contacto con agua y detergente, pero no siempre es así. Si quieres acabar con la suciedad y no tirar la fregona directamente a la basura, lo más recomendable será seguir una serie de consejos fáciles y caseros.
Lo cierto es que, después de fregar el suelo, toda aquella suciedad que se ha quitado de la zona se acumula en las fibras de la fregona. De esta manera, no estará del todo limpia y, si sigues limpiando con a fregona sucia, te arriesgarás a trasladar esa suciedad de un lugar a otro y, además, comenzarás a percibir un cierto mal olor. Para evitarlo, solo tienes que seguir una serie de pasos que la dejarán impoluta.
Para limpiar la fregona, lo primero que necesitarás será un cubo con agua, jabón y lejía. Además, también será necesario un poco de detergente, guantes, vinagre y limones. Una vez que ya tienes los ingredientes deberás comenzar a prepararlo todo para la limpieza. Lo primero que habrá que hacer será llenar el cubo con agua -fría o tibia- y echar jabón y lejía.
Luego, habrá que introducir la fregona en la mezcla. Será importante que frotes bien. Para ello, deberás utilizar unos guantes, que no dañarán tus manos, y te ayudarán a quitar los restos de suciedad o los pelos que se hayan acumulado. Una vez que hayas terminado con este paso habrá que escurrir bien la fregona.
Tras esto será importante que vacíes el cubo y vuelvas a echar un poco de vinagre y el zumo de varios limones. Luego, introduce la fregona y déjala reposar durante un par de horas.
Una vez que ya haya pasado un tiempo será de vital importancia eliminar el exceso de agua y, sobre todo, secarla al sol. De esta manera, y una vez que ya esté totalmente seca, te podrás dar cuenta que la suciedad y el olor ha desaparecido y las manchas de moho también se han eliminado.
Si observas que la fregona se ha limpiado correctamente, lo más recomendable es que te deshagas de ella. Esto puede deberse a que no la has utilizado correctamente. Antes de nada, hay que saber que lo mejor es tener distintas fregonas en casa, dependiendo de las zonas en las que quieras usarlas. Por eso, no se podrá utilizar la misma fregona para limpiar un porche que para limpiar el parqué o el baño de la vivienda.