En muchas casas la chimenea se convierte en la mayor aliada para hacer frente al frío. Por eso, será muy importante saber bien cómo utilizarla y, sobre todo, cómo ponerla a punto antes de volver a encenderla. Antes de que comience el invierno, la chimenea necesitará una limpieza profunda y bastará con realizarla una vez al año, justo antes de que empiece la temporada. Para ello, nos podemos encontrar con productos deshollinadores, que facilitarán la limpieza y servirán para chimeneas de leña y de carbón.
En el mercado nos podemos encontrar con productos que servirán para hacer una primera limpieza, como los leños deshollinadores, y, también, otros que funcionan como mantenimiento periódico, como los deshollinadores regulares.
Los leños deshollinadores serán muy sencillos de usar y solo habrá que colocar los troncos en medio de las brasas para que se quemen bien. De esta manera, se producirá una reacción química que se encarga de eliminar aquellas sustancias que ensucian el tiraje.
De esta manera, se evitarán aquellos humos que son más indeseables sin necesidad de subir al tejado. Será importante que algunas sustancias como el alquitrán se eliminen, ya que se acumulan en los tiros y en los tubos.
Estos cepillos, que son extensibles y permiten llegar a toda la extensión del tubo de la chimenea, pueden ser manuales o eléctricos. Su principal función será dejar limpio de hollín y otros residuos el tubo de la chimenea.
Para realizar la limpieza de la chimenea será recomendable tapar con plásticos todo lo que se encuentre alrededor de la chimenea para evitar que se ensucie con la ceniza que pueda salir al llevar a cabo la limpieza.
Igualmente o más importantes es que la persona que vaya a llevar a cabo la limpieza de la chimenea se proteja del hollín, la ceniza o de los posibles gases que pueden surgir de la limpieza. Para ello es recomendable hacer uno de unas gafas de protección, una mascarilla y unos guantes.
También, será esencial que las estufas tengan unas rejillas de protección que sean adecuadas y que, por tanto, encajen a la perfección en su apertura. Así, se evitará que las chispas se escapen y no se queme nada. Estos sistemas de protección deben estar en buen estado de conservación.
En el caso de que se tengan estufas cerradas de leña, también será esencial limpiar el exterior y el cristal de corrimiento. Por tanto, de esta manera habrá que saber cómo limpiar bien la chimenea y utilizar los productos adecuados para lograrlo. Además, será esencial que se tenga un buen mantenimiento durante todo el año y, sobre todo, que la última vez que se utilice se quede todo bien limpio.