Con el calor es normal que sudemos mucho. En la mayoría de ocasiones, este sudor suele provocar que nuestra ropa se manche. Algo que será realmente incómodo y que podrá hacernos pasar más de un apuro. Sobre todo, a las prendas que más suele afectar es a aquellas más claras y a la ropa blanca. Pero, ¿qué trucos podemos seguir para olvidarnos de esas manchas de sudor?
Una de las mejores ideas será utilizar productos que, seguramente, tenemos por casa. Así, los elementos naturales nos ayudarán a deshacernos de esas manchas amarillas tan características. Para ello, necesitaremos bicarbonato, limón, sal, vinagre y agua oxigenada. Estos ingredientes no dañarán las telas y, además, acabarán con las manchas amarillas provocadas por el sudor.
Habrá que combinar bicarbonato, sal y agua oxigenada hasta que se forme una pasta y frotarla en la zona donde esté la mancha de sudor. Seguidamente habrá que añadir agua y dejar la prenda en remojo. Después de un tiempo habrá que retirar la prenda del agua y escurrir bien. Lo siguiente será lavar la prenda como hacemos normalmente y dejar que se seque al sol.
El limón será muy importante para deshacerse de ese color amarillento. Para lograr unos buenos resultados habrá que cortar el limón en rodajas y añadirlo en un recipiente con agua. Luego, habrá que sumergir la prenda en el bol y dejarla en remojo durante una hora. Después, habrá que poner la lavadora y lavarlo todo bien.
El vinagre blanco podrá convertirse en uno de tus mayores aliados y te dará la oportunidad de eliminar las manchas de sudor. Para ello, habrá que diluir media taza de vinagre blanco en un litro de agua y sumergir la prenda durante unos 40 minutos. Para enjuagarlo habrá que hacerlo con movimientos circulares.
El agua oxigenada también servirá para quitar las manchas de sudor de las prendas blancas. Eso sí, habrá que tener mucho cuidado y realizar la mezcla protegiendo las manos. El agua oxigenada se tendrá que colocar directamente sobre la mancha y dejarlo actuar unos quince minutos. Luego, habrá que lavar la ropa como de costumbre y dejarla que se seque al sol.