Al año se retiran más de 300.000 billetes de euros que son falsos, según los datos del Banco Central Europeo. La mayoría de ellos correspondían a unas cantidades de 20 y 50 euros, que son los más habituales en el día a día. Es por eso que la falsificación de dinero sigue estando a la orden del día y debemos estar pendientes de que no nos la cuelen.
Tanto un consumidor como el trabajador de un establecimiento o de un comercio pueden avisar a las autoridades cualquier falsificación que detecten, tanto en billetes como en monedas. Por su parte, las entidades de crédito y casas de cambio podrán remitir esos billetes falsos al Banco de España o a cualquier sucursal. La mayoría de comercios suelen tener máquinas para detectar posibles falsificaciones que son muy sensibles y precisas. Eso sí, en el caso de que no tengas estas máquinas, siempre podrás usar el sentido del tacto y de la vista para saber si el billete es falso o no.
Desde el Banco de España especifican que los billetes auténticos tienen un tacto y una textura más firme y resistente en comparación con las falsificaciones. Por eso, habrá que estar muy pendiente de este aspecto. También, en el margen izquierdo y en el derecho habrá una serie de números y una banda. Al pasar el dedo podrás notar un relieve que, en caso de no apreciarse, podríamos saber que se trata de un billete falso.
Otra opción será girar el billete hacia la luz. Si hacemos esto, debemos observar cómo aparecen unos elementos holográficos y el color del número del billete cambiará de una tonalidad a otra. Además, habrá que buscar el hilo de seguridad que cruza el billete de una forma vertical y que solamente se aprecia al trasluz.
También, podrás utilizar una lupa para apreciar todos los detalles, como puede ser el microtexto que rodea las estrellas de los billetes. Las luces ultravioletas también servirá para comprobar la autenticidad de los billetes. Una vez que hayamos comprobado que es falso será esencial avisar a las autoridades.