Mucho antes de saltar al foco mediático y colaborar con grandes nombres de la música internacional como Sebastián Yatra, Lola Índigo o David Bisbal, por ejemplo, Pablo María Rousselon De Croisoeuil Chateaurenars (más conocido por Pablo Rouss a secas, su nombre artístico en la industria) ya hizo una declaración de intenciones cuando con tan solo seis años cogió una guitarra, aprendió y tocó los acordes de una canción que había escuchado a sus padres, por cierto, franceses. De ahí el nombre.
Luego vino lo que todo joven y amante del género sueña con hacer: montar una banda y recorrer las distintas ciudades del país en busca de oportunidades. Spoiler: no terminó de funcionar. Poco o nada le importó porque siguió en el empeño y hasta montó su propio lugar físico en el que ayudar a otros a producir y componer para el resto de los compañeros. Entre medias: Pablo abandonó la carrera que le convertiría en diseñador gráfico a un mes de terminarla para disgusto de su madre. Un disgusto que en la actualidad seguro que no es tal si echa un vistazo a los números de todas aquellas canciones que ha compuesto su hijo.
Tal y como cuenta en la entrevista exclusiva que puedes ver al completo dándole al play al vídeo que abre este artículo, el talentoso afincado en Madrid “no se siente cómodo siendo el centro de atención” y es por eso por lo que detrás de las cámaras trabaja de lujo. A pesar de ello, no dudó ni un segundo en aprovechar el éxito para llevar a cabo sus dos grandes primeras producciones en forma de discos: ‘Ciclos’ (2023), que cuenta con más de una decena de colaboraciones gracias a Álvaro de Luna, Recycled J, Hens o Samuraï, y ‘Asintomático’ (2024), un álbum en el que muestra “toda la oscuridad que lleva dentro” y, según sus propias palabras, necesitaba “vomitar” al mundo.
No es ningún secreto que el desamor es aquello que más inspira a Rouss, pero confiesa que se encuentra en un momento personal de su vida de pura felicidad y eso mismo quiere transmitirlo en futuros proyectos que, tal y como asegura, ya está preparando: “Gran parte de todo esto se lo debo a Celia [mi novia], que no solo me ha ayudado con el diseño y estilismo del nuevo proyecto, sino que, además, me aporta luz”. Otro motivo de alegría, sin duda, es haber alcanzado el éxito cuando obtuvo dos Latin Grammys por su labor en ‘Tacones rojos’ de Sebastián Yatra, pero no volver a conseguir algo así no le quita el sueño ya que le apasiona trabajar en trabajos más emergentes. Al ser preguntado por su composición más satisfactoria y su persona favorita para trabajar, no lo duda ni un solo segundo: ‘Antagonista’ y Belén Aguilera, y es que para sorpresa de nadie sí que es verdad que forman a dupla perfecta.
Pablo Rouss no siente en la actualidad la presión del público de producir nuevos temas y venderse como cantante, productor, compositor, sonidista, arreglista, etc. le resulta pedante, algo que, a la vista está, lo ha encumbrado a lo más alto. Eso sí, sin perder la noción de realidad y lo mucho que desgasta el trabajo: “Estuve condicionado por el éxito y por conseguir cosas. Me cuesta decir ‘no’ porque he vivido tanto en la incertidumbre que me da miedo que el buen momento se acabe”, confiesa.
En un año ya ha terminado casi dos centenas de canciones y estamos seguros de que su nombre ha llegado para quedarse en la industria musical española.