Hay un nombre que no para de repetirse desde que este domingo Joe Biden retiró su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Es un nombre muy asociado a él y a su proyecto, el de una mujer de ascendencia india y jamaicana: Kamala Harris. La política ya ha presentado su candidatura oficial para convertirse en la que sería la primera presidenta de los Estados Unidos, tras la renuncia del cabeza del partido Demócrata. Y aunque el reto es mayúsculo, la californiana lleva haciendo frente a misiones casi imposibles, demostrando su 'girl power' y saliendo de ellas victoriosa, desde que era una niña. Kamala Harris fue la primera mujer en la historia de Estados Unidos en ser vicepresidenta. También la primera mujer negra y sudasiática estadounidense elegida para un cargo nacional por un partido político importante, cuando Joe Biden la nombró como su compañera de fórmula para las elecciones de 2020.
La mujer que puede hacer historia en las próximas elecciones del 5 de noviembre nació en Oakland, California, hija de madre india y padre jamaicano. Con tan solo cinco años ella y su hermana pequeña, Maya, tuvieron que hacer frente al divorcio de sus padres. En este momento, su madre, la investigadora de cáncer -enfermedad que le une a muchas otras mujeres como la cantante Lorena Gómez- y activista de derechos civiles Shyamala Gopalan Harris asumió sus cuidados y su crianza. En la biografía de la política cuenta que su madre, conscientemente, las sumergió a ella y a su hermana en la comunidad negra de Oakland. "Mi madre comprendió muy bien que estaba criando a dos hijas negras", reflexiona Kamala en su autobiografía 'The Truths We Hold'.
La aséptica visión que tenía Shyamala de la cruda realidad en la que se iban a criar sus hijas, quizás fue determinante para todo lo que vino después en la vida de su primogénita. "Sabía que su patria adoptiva nos vería a Maya y a mí como niñas negras y estaba decidida a asegurarse de que nos convirtiéramos en mujeres negras seguras de sí mismas y orgullosas", sigue rememorando la candidata a presidenta de Estados Unidos.
Cuando creció Kamala fue a la Universidad de Howard, un centro privado ubicado en la capital del país cuya matrícula está tasada a día de hoy en más de 23.000 dólares. En aquel tiempo la hija de Shyamala ya mostró interés por la política y conectó con cuestiones como el apartheid en Sudáfrica y las complicadas relaciones raciales que había en Estados Unidos.
Harris dio sus primeros pasos profesionales en la Fiscalía del Condado de Alameda, en Oakland (California) y ya titulada como abogada por la Universidad de California, en 2003, ocupó el puesto de fiscal de de San Francisco, el cargo más alto del distrito. Pero sería en 2010 cuando logró su primer gran hito, pues fue la primera mujer en ser nombrada fiscal general de California.
En 2016 rompió otra barrera, fue elegida senadora por California, siendo la primera mujer negra de este estado en ocupar un puesto en el Senado y la segunda de cualquier estado, después de Carol Moseley Braun, de Illinois. Desde este puesto, Harris prometió su intención de proteger a los inmigrantes de las políticas del entonces presidente Donald Trump -al que también se enfrenta ahora en las urnas-.
Unos años después fue cuando Harris alcanzó su mayor popularidad, al proponer su candidatura a la presidencia de Estados Unidos en 2020 por el partido Demócrata. Sin embargo, se retiró en una fase temprana de esta campaña y tras un tiempo en el que no se supo qué iba a pasar con ella, Joe Biden la eligió como compañera de fórmula en su candidatura. La convirtió finalmente en vicepresidenta y ahora le está apoyado en su contienda política contra Trump de la que sabremos el resultado en las próximas elecciones.
En esta carrera de fondo hacia las urnas, Kamala Harris enfrenta el mayor reto de su carrera política con las puertas abiertas a grabar su nombre en la historia de Estados Unidos como la primera mujer en el cargo político más alto del país. Ha agradecido el apoyo de Biden en esta candidatura, pero está dispuesta a conseguirlo todo por méritos propios: "Me honra contar con el apoyo del presidente y mi intención es ganarme y vencer en esta nominación", ha escrito en sus redes sociales.
Como si fuera en una película, la política conoció en una cita a ciegas organizada por un amigo, al abogado Douglas Emhoff en 2013, solo un año después este le pidió matrimonio y el 22 de agosto de 2014 se casaron en Santa Bárbara. Para ella era su primer matrimonio y llegaba a él sin hijos. Emhoff, por el contrario contaba con un matrimonio anterior con la productora Kerstin Emhoff, del que nacieron dos hijos: Cole y Ella.