Mirela Balic, Amaral, Rocío Saiz y otros torsos desnudos que no fueron entendidos

El estreno de la película 'Disco Ibiza Locomía' en el cine Capitol de Gran Vía el pasado jueves acabó en polémica por el gesto de Mirela Balic, que ha acabado en una denuncia por parte de la actriz hacia un fotógrafo. En pleno siglo XXI el pecho desnudo de una mujer sigue generando una incomprensible inquietud y, lamentablemente, el caso de Mirela solo es el último, al menos de momento.

Antes que ella, otras mujeres han visto cómo se las ha criticado e incluso arrestado por enseñar sus senos en público y aunque parezcan reacciones arcaicas de otros siglos, no hablamos de la edad de piedra. El pasado año fue el turno de la cantante Rocío Saiz, a la que siguió la polémica de Eva Amaral. Pero no están solas.

Mirela Balic en el photocall de “Disco Ibiza Locomía”

Mirela Balic posaba en el photocall con un conjunto blanco compuesto por una falda larga con abertura y una torera con aplicaciones diversas en plata y blanco, una apuesta de Luke Martín, el estilista que le ayuda a expresar su libertad a través de la moda.

Ella decidió apartarse la torera que llevaba y posar tapándose el pecho con una mano, un gesto que posiblemente acordara junto a su estilista, porque casi todo el mundo entiende que una alfombra roja es parte del show, pero uno de los fotógrafos allí presentes consideró que era muy ingenioso pedirle que le saludara para que enseñara el pecho a las cámaras.

La actriz no tardaba en reaccionar, denunciaba la agresión ante las cámaras, compartiendo un texto en sus redes sociales en el que agradecía a quienes han "visibilizado y alzado la voz ante esta inadmisible situación", y lamentando que "a estas alturas cuesta creer que aún tengamos que luchar por este tipo de comentarios que a tant@s les parece inofensivo y que son el trasfondo de abusos mucho mayores".

Rocío Saiz y Eva Amaral

El caso de Rocío Saiz ocurrió el pasado año en el festival del Orgullo LGTBI de Murcia. Esta cantante y activista lleva más de 10 años versionando en sus conciertos la emblemática “Como yo te amo” de Rocío Jurado y en uno de los momentos álgidos de su actuación se quita la camiseta y, enseñando sus pechos, grita al público “¡Para todos aquellos que dicen que las mujeres tenemos que ser discretas!”.

Nunca, en ninguna parte, ha tenido el menor problema por enseñar sus pechos, pero el pasado año la policía paró su actuación ante el desconcierto de su público. Según explicó la propia cantante, “Cuando me quité la camiseta vinieron los de la organización y me dijeron que, o me cubría, o los policías me llevaban esposada”. Tras parar el concierto, le explicaron que estaba alterando el orden público y le exigieron que pidiera perdón, pero ella se negó y recibió una denuncia por alteración del orden público, desacato a la autoridad y exhibicionismo.

En agosto de ese mismo año, durante el festival Sonorama, Eva Amaral decidió cantar a pecho descubierto su canción 'Revolución' como un modo de reivindicar la libertad de las mujeres y como una forma de apoyar a la cantante Rocío Saiz. Elogiada y criticada a partes iguales, declaraba en una entrevista en ‘Hora 25’ de la Cadena Ser: "Toda la montaña de odio que he recibido me da la razón", recordando que los chicos y chicas de las primeras filas también se quitaron las camisetas como muestra de apoyo.

Desnudos y semidesnudos internacionales

Más allá de nuestras fronteras, muchas otras mujeres han apostado por la desnudez o semidesnudez, ya por reivindicación, ya por una cuestión puramente estética y todas han tenido que soportar críticas y agresiones verbales por parte de hombres y mujeres. Chiara Ferragni en el Festival de Sanremo, Lupita Nyong'o en los premios Tony, Florence Pugh en el desfile de alta costura de Valentino, Cara Delevingne, Emily Ratajkowski y Doja Cat en diferentes galas del MET son solo alguno ejemplos recientes.

Todas se han servido de diversas trampas para hacer que sus pechos se vieran sin ser vistos, entre otros, el uso de tejidos transparentes, pinturas, trampantojos e incluso moldes creados sobre sus propios cuerpos. En todos los casos el mensaje feminista se diluyó tras el pensamiento crítico que las tachó de vulgares y ordinarias, sin mencionar a quienes solo debatieron sobre lo grandes o pequeños que eran sus senos.