Ana Mena se ha consolidado como una de las artistas más relevantes a nivel nacional, que ha conseguido traspasar fronteras y reunir importantes logros también en Italia a sus 27 años. Sin embargo, su trayectoria en la industria comenzó cuando solo tenía 9, instante en el que se coronó como ganadora de 'Veo, veo'. Posteriormente, protagonizó la miniserie de Marisol y también se convirtió en una de las musas de Pedro Almodóvar en ‘La piel que habito’ antes de lanzar su dos álbumes de estudio, Index y Bellodrama. A pesar de su esfuerzo y sacrificio, la cantante ha explicado en más de una ocasión que gran parte del mérito de su éxito la tienen sus padres, quienes desde su infancia le han acompañado en todos sus pasos profesionales.
A día de hoy, Ana está acostumbrada a vivir a caballo entre España e Italia. Del mismo modo, por su carrera se ha subido a importantes escenarios en el plano internacional. Sin embargo, tal y como desveló durante una charla en el podcast ‘Modo Avión’ de Cadena 100, los primeros viajes que recuerda son los que realizaba en coche junto a su familia: “Han marcado mi infancia y repetía todas las semanas a Sevilla y a Murcia los fines de semana. Era mi manera de divertirme, no jugaba con otras cosas”, afirmó.
Por aquel entonces, aunque la malagueña solo tenía nueve años, sus padres apostaron por el sueño de su hija y no dudaron en recorrer decenas de pueblos también con la compañía del pequeño de la casa, José Carlos: “Los tenía mareadísimos, tienen el cielo ganado, pobrecitos. Se pasaban las noches sin dormir. Yo dormía en el coche atravesada con mi hermano atrás, él tendría 3 o 4 años”, confesó.
Es por ello que, si tuviese que volver a un instante específico de su vida, sin duda regresaría hasta su infancia no solo por la ilusión de la “lucha por su objetivo” sino por la ocasión de aprovechar el tiempo junto a sus progenitores, de quienes ahora pasa largas temporadas separada como consecuencia de su desempeño: “Me iría a cuando era muy pequeña, a algún momento en una peña de flamenco o de copla donde actuaba cuando tenía 7 u 8 años. Teniendo la cabeza en el hoy, siendo la Ana de hoy, pero lo vería con mucha nostalgia. Porque además venía mi familia conmigo y eran momentos que disfrutábamos mucho juntos”, explicó a Antonio Hueso.
Ana nació en el año 1997, fruto del matrimonio entre sus padres. Su progenitor era dueño de una pequeña empresa de construcción y su madre, aunque ejercía como ama de casa, le ayudaba en la contabilidad de su negocio. Sin embargo, es esta última la que tuvo un papel fundamental en la vida profesional de Ana, a quien la cantaora de flamenco trasladó su amor por la música.
A pesar de ello, en una entrevista con ‘Los 40’ Mena confesó que cuando expresó a la cabeza de familia su deseo de ser cantante, ella no mostró un gran interés por la idea: “Yo recuerdo cuando llegaron los primeros premios 'Veo, veo' a mi pueblo, decirle ‘mamá, yo quiero cantar’, y recuerdo que mi madre me decía ‘estás loca, ¿qué vas a cantar? Estás chalada. ¿Qué me estás contando?’”, explicó. Aun así, el año siguiente le acompañó al casting del formato.
En la actualidad, ambos continúan viviendo en Málaga, ciudad natal de la artista a la que se escapa en cuanto su trabajo se lo permite y mismo lugar en el que adquirió una finca para su padre: “Para mí el regalo más bonito es que no tuviera que volver a trabajar, que ya trabajó mucho en la obra”, contó al mismo medio.