En el último Festival de Málaga, hubo un apellido que sonó bastante, tanto en el certamen como, especialmente, en la ceremonia de entrega de premios: Cervantes. Es el de los dos actores que, de alguna manera, han centrado todas las miradas en la cita y que se llevaron los premios principales de interpretación: Álvaro por ‘Sorda’, película de Eva Libertad que ya había ganado el Premio del Público en el Festival de Berlín y que cuenta cómo una pareja (ella, sorda y él, oyente) vive el nacimiento de su primera hija, y Ángela por ‘La furia’, de Gemma Blasco, en la que su personaje intenta encontrar la manera de superar, o no, que la violen en una fiesta de Nochevieja.
Es poco habitual ver a los dos hermanos juntos porque apenas han coincidido en algún proyecto, y porque la carrera de Ángela es más reciente que la de Álvaro, que empezó a trabajar de niño en proyectos como ‘Abuela de verano’, en 2005. Tenía entonces 15 años y su única experiencia, hasta entonces, eran las obras de teatro de su colegio. Ángela, por su parte, tuvo su primer papel importante recién estrenada la veintena, en la serie ‘La Riera’, y fue otra ficción televisiva catalana donde empezó a hacerse conocida, ‘Com si fos ahir’.
Ambos nacieron en Barcelona; Álvaro en 1989 y Ángela, en 1993, en el seno de una familia trabajadora del barrio de Poblenou. Ella ha contado que ver a su hermano dar sus primeros pasos en la interpretación hizo que le picara el gusanillo, aunque también estudio Criminología y no rodó su primera película hasta los 29 años, ‘Chavalas’, por la que estuvo nominada al Goya a mejor actriz revelación. Para entonces, él ya era un actor consolidado gracias a sus participaciones en ‘A tres metros sobre el cielo’ y ‘Tengo ganas de ti’, y también había sido el gran protagonista de una serie de alto presupuesto como era ‘Carlos, Rey Emperador’, la secuela de ‘Isabel’.
Al ser Álvaro el mayor, Ángela ha reconocido a menudo que ha seguido sus consejos y su filosofía sobre el trabajo del actor a la hora de encaminar su carrera. Él, por ejemplo, afirma que prefiere no sufrir cuando interpreta, pero cada uno ha ido moviéndose por terrenos diferentes. En lo que sí coinciden es en ser de los favoritos de la academia de cine a la hora de nominarlos para los Goya, porque los dos fueron en su momento candidatos al mejor intérprete revelación y también lograron, más tarde, nominación en las categorías de reparto, Álvaro por ‘Adú’ y Ángela, por ‘La maternal’.
Los dos hermanos aprovechan cualquier oportunidad para reconocer que están muy orgullosos uno del otro y que se apoyan en todo lo que pueden, pero también son bastante discretos con sus vidas privadas. Ángela, de hecho, borró recientemente su cuenta de Instagram porque necesitaba dar un descanso a su mente, algo que asegura que le ha costado que le resulte más difícil encontrar estilistas para las alfombras rojas. Álvaro sí la mantiene, pero dedicada a asuntos profesionales. Ambos comparten, además, el interés por diferentes asuntos sociales; la temática de ‘Sorda’, por ejemplo, ha llevado al actor a hablar sobre la comunidad de personas no oyentes que retrata la película y la importancia de conocerla.
En cuanto a sus vidas privadas, por parte de Álvaro, estudió con Úrsula Corberó, con la que comparte una amistad, y los paparazzi le han sacado algunas fotos por la calle con una mujer que no pertenece al mundo de la farándula. Su hermana, por su parte, ha hablado a menudo de que, al principio, pensaba que ser actriz no era para ella porque su físico no es el típico asociado a la profesión. Ahora mismo, Ángela, a quien sus padres llamaron así por Ángela Molina, tiene también en la cartera la película ‘Lo que queda de ti’, presentada igualmente en Málaga, y la serie ‘El mal invisible’ en Cataluña.
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