El mundo entero ha recibido con conmoción la noticia de la muerte de Matthew Perry, el queridísimo actor que interpretó a Chandler Bing en la serie Friends. Los medios de comunicación estadounidenses han informado de que el actor fue encontrado sin vida en su domicilio, dentro del jacuzzi, en torno a las 16:00 horas del sábado 28 de octubre. La policía ha aclarado que, en el escenario de la muerte, no había ninguna señal de que se hubiera cometido un hecho delictivo y, ahora, se están investigando las causas de este trágico fallecimiento a los 54 años de edad.
Las primeras voces a apuntan a un paro cardíaco, pero no se ha determinado oficialmente el motivo del deceso. Las redes sociales comienzan a llenarse de mensajes de pésame y dolor ante la temprana muerte de uno de los actores y personajes más divertidos y entrañables de la historia de las sitcoms. Él mismo ya contó en su libro de memorias, Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing, los graves problemas que había tenido en vida con el consumo de drogas.
En su última fotografía de Instagram, precisamente, el actor sale relajado "entre agua turbia que se mueve" y escuchando música con unos cascos inalámbricos. Por mucho que fueran públicos sus malos episodios con los opioides, ni los fans de la serie ni sus más de ocho millones de seguidores hubieran imaginado un desenlace como éste. El año pasado, a través de la revista People, el actor dio detalles del infierno que fue para él la adicción.
Perry explicó con todo lujo de detalles que ya estuvo a punto de morir debido a una sobredosis, que le dejó durante dos semanas en coma y varias más ingresado en el hospital después de que le estallase el colon. Además, sus problemas con el alcohol, que fueron físicamente visibles en alguna de las temporadas de Friends, le obligaron a usar una bolsa de colostomía durante nueve meses después de haberse sometido a varias cirugías de estómago. Al igual que Chandler, el humor negro y la ironía siempre fueron el escudo y tapadera de sus verdaderos sentimientos.