Jennifer Aniston hace tan solo unos días se convertía en una de las protagonistas de la atípica gala de los Emmy que se vivió en el Staples Centre de Los Ángeles. No solo hizo historia por los momentazos que nos regaló, sino que también se enfrentaba a su séptima nominación a un galardón de estas características. Todo gracias a su papel de Alex Levy en la serie de Apple Tv ‘The Morning Show’, que supuso su regreso a la televisión en un papel protagonista desde que finalizara la sitcom por la que saltó a la fama. A pesar de todo el éxito y reconocimiento recibido a lo largo de su extensa trayectoria, la exmujer de Brad Pitt hubo un momento en el que pensaba que debía acabar con su carrera como actriz y potenciar otras de sus inéditas vocaciones.
Esta crisis se originó cuando hizo frente a un proyecto que no finalizaría, del que ha optado por no dar detalles y que le hizo replantearse si quería seguir en su profesión. “Tengo que admitir que en los dos últimos años esa idea ha vagado por mi mente, y nunca me había pasado antes”, reflexionaba con Jason Bateman, Sean Hayes y Will Arnett en el podcast de ‘Smatless. “Me sentía como si me hubiera absorbido la vida, y me planteé si eso era lo que me interesaba”, explicaba cómo se había sentido puntualizando que fue antes de aceptar su papel para Apple. Un cambio de vida del que estaban interesados sus entrevistadores, que preguntaban a la artista a qué se hubiese dedicado si no es a ponerse frente a las cámaras. Una cuestión que tenía rápida respuesta: el diseño de interiores. “Me encanta, me lo paso muy bien”.
No es la primera crisis que tiene que afrontar desde que está en el mundo de la interpretación. El pasado mes de junio comentaba que le costó mucho desvincularse en cierto modo de su icónico papel en la comedia que le lanzó a la fama. “No pude sacar a Rachel Green de mi espalda durante mucho tiempo. No podía escapar del típico comentario de ‘Rachel la de Friends”, desvelaba en una entrevista para ‘The Hollywood Reporter’. “Y yo estaba cómo: ‘Deja de tocar ese programa de una vez”, admitía lo mal que le sentaba eso. Lo único que pretendía era distanciarse de “esa chica que vivía en el apartamento de Nueva York con las paredes púrpuras” para que la industria viera que podría enfrentar otros roles igual de importantes. Algo que ya ha demostrado con creces.
Si hablamos de los Emmy, también tenemos que hablar uno de los que podemos considerar como ‘eventos del año’, o mejor dicho ‘reencuentros del año’. Jennifer se veía las caras de nuevo con Brad Pitt en una lectura virtual del film ‘Fast Times lives on Ridgmeont High’. Y si unos días antes, su imagen en el mismo cartel ya había revolucionado a sus fans generando unas expectativas difíciles de superar, ambos demostraban que eran capaces de rebasarlas, representando una épica y picante escena que ya ha hecho historia.