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En una industria como la del cine, en un mundo como Hollywood y en un espacio como las alfombras rojas es complicado mantenerse como un modelo a seguir. Pero Jennifer Aniston lleva dando lecciones de estilo, interpretación y saber estar más de veinte años. La actriz americana sigue siendo un referente en un mundo tan complicado, a pesar de que su triunfo se produjo a principios de los 90 con la serie Friends. Una total desconocida para los espectadores, Jennifer podía haberse quedado estancada en ese momento, pero no lo hizo. Supo reinventarse, adaptarse a las exigencias de Hollywood y seguir con ese toque natural y sencillo tan suyo. Algo que ha trasladado a sus looks a la hora de vestir.
Los estilismos de Rachel Green, el papel que Aniston interpretaba en Friends, se convirtió en todo un icono de estilo. Primero, por arriesgar con un abrigo, con un estampado parecido a la piel de vaca, que fue todo un referente en los primeros episodios. La prenda, larga, la acompañó de unas uñas largas blancas de infarto. Una combinación no apta para los más tradicionales. Por no hablar de los trajes de chaqueta, que la joven actriz lucía en cada una de sus apariciones en la comedia americana. Gracias a la ayuda de sus estilistas, y su capacidad para que todo le quedara como un guante, Jennifer se labró una imagen en televisión y en la moda.
Durante esos años, el estilo de Jennifer fuera de la pequeña pantalla, al igual que dentro, era minimalista y neutro. Una de sus colecciones más especiales eran -y todavía son- las de sus vestidos negros, que lucía en cada ocasión que podía, como premios u alfombras rojas. Además, comprendió que los Little Black Dress no eran solamente para la noche y por eso optaba, en muchas ocasiones, por lucirlo durante el día o a primera hora de la tarde. El toque lo daba el calzado; que podían ser unos Louboutin, unas sandalias e incluso unas alpargatas. Al igual que ahora, nunca suele llevar ningún accesorio llamativo, ni demasiado extravagante ni caro. La atención y el protagonismo se lo da a su pieza estrella: el vestido.
Otra de sus claves a la hora de vestir es saber combinar bien los jeans. Para el día a día es su prenda favorita, pero cuidando todos los detalles e intentando que no de la sensación de ir demasiado desarreglada. Por eso, aunque suele optar por vaqueros con efecto lavado, los suele combinar con camisas, en su mayoría negras, algún que otro cinturón en tonos dorados y unos buenos botines. Si el tiempo lo permite, suele incluir una blazer, otra de sus prendas fetiche. La actriz tiene una gran colección de este tipo de chaquetas en una amplia gama de colores, aunque destacan las negras, blancas o beige. Además, si quiere darle un toque más sport suele calzarse unas deportivas.
Además de los LBD -Little Black Dress- la actriz también es una fan absoluta de los vestidos efecto piel, que ha lucido en más de una ocasión. Suele hacerlo cuando busca un look más atrevido y con un toque roquero. Además, también ha vestido, en algunos eventos, faldas con este efecto. Pero en su día a día, además de los jeans, su otra prenda estrella son las camisas. Ya en Friends sus camisas blancas se hicieron famosas en el mundo entero y la actriz no ha dejado nunca de seguir esta tendencia. La americana suele combinarlas con jeans desgastados y suele decantarse por camisas tanto masculinas como más femeninas. Así, con una pieza clásica, consigue un look perfecto, combinándolo con un cinturón y unas sandalias.
Porque sí, las sandalias son otra de sus pasiones. Sobre todo, las de tira y tacón bajo. Así lo hemos podido ver en varias pasarelas, donde Aniston lucía sandalias y todas tenían algo en común: la tira anudada al tobillo y el tacón fino. Este modelo, Jennifer lo combina con cualquier otra prenda y le sirve en sus ocasiones más especiales o en su día a día. Como podemos ver, el armario de Jennifer está lleno de prendas básicas, sin muchas complicaciones, pero con las que se puede crear un looks bastante logrados. Con un accesorio con el que la actriz sí suele arriesgar es con los sombreros. Algo que, también, le ayudan a pasar desapercibida. En su armario sombreros de todos los tejidos y colores.
Aunque en su día a día Jennifer lleve piezas más simples, para las alfombras rojas suele confiar en las estilistas Nina y Claire Hallworth, quienes conocen a la perfección los gustos de la actriz. Por eso, saben que eligiendo un vestido de tonalidades claras y con un estilo depurado será un éxito asegurado. Y esto último lo confirmó con su aparición en los Globos de Oro, donde lució un Dior, con un aire vintage. O en los SAG Awards cuando nos dejó a todos con la boca abierta gracias a un diseño, también vintage, de Galiano para Dior de 1999. Por tanto, la actriz ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas tendencias, pero sin perder nunca ese estilo elegante y delicado que le caracteriza.