Hasta siempre, Rosa Maria Sardá. La actriz y presentadora ha fallecido en Barcelona a los 78 años. Con una extensa carrera en cine y televisión, ganó dos Premios Goya, uno como Mejor Actriz de Reparto por la película 'Sin vergüenza' y otro por la comedia '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?'. Hace justo diez años fue galardonada con la Medalla de Oro de la Academia.
Casi cincuenta películas a sus espaldas (entre las que también destacan 'Airbag', 'Todos sobre mi madre', 'La niña de tus ojos', 'Moros y cristianos' o 'El efecto mariposa'), años de teatro ininterrumpido, más de una veintena de series de televisión y una sabiduría que siempre quedará en nuestra memoria colectiva. Este es el legado que deja la Sardá.
Tampoco olvidaremos su faceta de show-woman y humorista (para muchos será la mejor presentadora que jamás ha tenido una gala como la de los Premios Goya) o esas lecciones de vida que regalaba con tan solo leer dos líneas de cualquier entrevista. Descansa en paz.
Rosa María Sardá formaba parte de uno de los clanes más importantes de nuestra televisión. Más allá del comunicador Xavier Sardá, con el que tenía una relación especial, la actriz tenía otros tres hermanos. Además, en lo que respecta su faceta más personal, estuvo casada durante años con Josep Maria Mainat, conocido productor de televisión y miembro La Trinca. Junto a él tuvo a Pol, su único hijo, que en estos momentos tiene 45 años.
Cuando tenía 72 años comenzó su enfrentamiento contra el “bicho”, nombre con el que se refería a la enfermedad. En ese momento su vida cambió y Rosa María Sardá tomó la decisión de alejarse de los escenarios y centrarse en paliar el cáncer. “Lo tengo, pero no saben dónde y se lo inventan”, afirmó hace poco más de un mes en su última entrevista con Évole. La actriz contó entonces que ella no ha luchado contra esta enfermedad porque “el cáncer es invencible”. “No se trata de una lucha porque el cáncer siempre gana. Siempre”, aseguró.
Son muchos los compañeros de profesión que guardan grato recuerdo de la humorista. Prueba de ello, los cententares de rostros populares que le han dedicado su último adiós a los pocos minutos de que la Academia de Cine se encargase de hacer oficial la muerte.
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