Antes de acudir a nuestra cita en pleno centro de Madrid, hice mis deberes y vi decenas de entrevistas que Zara Larsson había concedido a numerosos medios alrededor del mundo. Apenas me bastaron unos pocos minutos para llegar a una conclusión: además de su talento, la cantante sueca ha conseguido llegar a tierras americanas por su buen humor y profesionalidad.
Larsson ganó el ‘Got Talent’ sueco con apenas 10 años, pero tanto ella como sus padres decidieron que era mejor formarse hasta dar el salto definitivo a la industria. Un mercado que se antoja difícil y que puede dar tantas alegrías como tristezas. No obstante, el trabajo duro y constante han dado sus frutos y Zara ha arrasado con cada uno de sus singles y ha llegado a colaborar con David Guetta y la mismísima Beyoncé.
Me recibió cantando con una sonrisa y hablando el poco español que recuerda, pues lo estudió en el colegio. La entrevista prometía y terminó aún mejor:
Hasta que conseguiste tu sueño y ser reconocida en la música a nivel mundial has recibido muchos “NOES”, ¿eso te ayuda a mantener los pies en la Tierra?
He luchado mucho y lo importante es tener claro lo que uno quiere y lo que no. En el mundo de la música, hay muchísima gente intentando imponerte y decirte qué es lo que tienes que hacer. Es fundamental tener claras las ideas desde el primer momento. Muchas veces he tenido que luchar en contra de esto. Por ejemplo, me decían que mi primer single, ‘Uncover’, no era la mejor opción. Sin embargo, al final fui fiel a mí misma y todo fue genial.
¿Una superestrella que está formada llega aún más lejos?
Ser auténtico es lo más importante. Antes, el mundo de la música tenía claro por quién apostaba y por quién no. Ahora, en tiempos de streamings, todo el mundo tiene al alcance de su mano a quién escucha. De esta manera puedo poner mi arte a disposición del mundo y dejar que la gente decida si le gusta o no.
En “Dont worry bout me”, por ejemplo, cantas al feminismo, ¿por qué crees que hoy más que nunca es importantísimo cantar por el poder femenino?
Al fin y al cabo, las mujeres conformamos el 50% de la población y, por supuesto, el feminismo es parte de mi vida, de mi ADN y hasta de cómo veo la vida. El empoderamiento de la mujer y el feminismo son mensajes que quiero transmitir y que en el futuro tengan más peso en mi música.
¿Cuáles son tus influencias musicales?
Mi influencia es un 100% Beyoncé. No hay nada por encima de ella. Pero también encuentro muchas otras influencias en la música que escucho en el día a día o en colores o situaciones. Me gusta mucho la actitud de Rihanna, el rap inglés y empaparme de la gente con la que produzco.
Hablando de Beyoncé, ¿cómo fue ese momentazo en el que la conociste?
Fue hace mucho tiempo. Me hubiera encantado que hubiese sido más correcto todo, pero en realidad no fue así. Yo estaba tirada por el suelo, temblando y muy emocionada. Beyoncé es aún más increíble en persona, fue muy cariñosa conmigo y me hablaba mirándome a los ojos. Yo pensaba: “¡no puede ser verdad que Beyoncé esté dedicando parte de su tiempo a hablar conmigo!”. Fue increíble. Eso sí, la relación que yo tengo con Beyoncé es de algo a quien admiro y no quiero que eso cambie.
Imagino que en ese momento ella estaba tan impresionada como el momento que yo estaba viviendo con ella frente a frente. Cada uno en su sofá, como quien queda para tomar café y ponerse al día con una amistad que hace tiempo a la que no ve. Desprendía naturalidad y simpatía. No podía dejar de escucharla. ¿Cómo es posible que Suecia sea la cuna de tanto talento? ¿Será gracias a las albóndigas de alce?
¿Qué se come en Suecia para que nazca tanto artista?
No sé, igual el secreto está en el agua. Fuera bromas, creo que hay un programa educativo que apoya la música y que anima a los suecos a estudiarla o a tocar algún tipo de instrumento.
Eso es cierto. Suecia es un país que lleva la música en la sangre, la estudia desde bien pequeños. En mis visitas a Estocolmo pude comprobar cómo los padres llevan a sus hijos a conciertos multitudinarios y estos los viven como nadie, sin queja alguna. Ni una sola pataleta, al contrario. También son amantes de Eurovisión. Incluso cuentan con numerosas victorias en el mítico festival. Sin duda, Suecia y la música van de la mano.
¿Representarías a tu país en Eurovisión, ya que Suecia lleva el festival en las venas?
No es el momento, aunque nunca se sabe. Me encanta Eurovisión, siempre lo veo. Pero, ¿por qué voy a ir ahora que ya tengo mi carrera profesional? Yo me veo más en el show de artista invitada. Ahora estoy más centrada en el público americano.
Zara Larsson tiene todos los ingredientes que necesita una artista internacional para arrasar y dejar huella. De eso no cabe duda.