Son infinitos los lugares comunes a los que uno puede recurrir cuando habla del tándem Penélope-Almodóvar. Algunos de ellos ya los mencionó Cate Blanchett cuando recogió el primer Goya internacional de su mano al compararles con Gena Rowlands y John Cassavetes o con Katharine Hepburn y George Cukor. Ambos lloraron al escucharla. Lo que pocos esperábamos es que actriz y director se guardaban bajo la manga una colaboración que nada tiene que ver (o quizá sí) con su sobrehumana forma de brillar cuando se juntan para hacer cine.
El último número de W Magazine cuenta con Pedro de director invitado. Y con Pe de modelo. Una reinterpretación de 'Carmen' en la que Cruz se convierte en la versión almodovariana del personaje de la ópera de Bizet. La intérprete soñaba con encarnarlo desde que tenía cuatro años. Por entonces, esa niña de 'a place called Alcobendas' no solo tenía el 'not very realistic dream' de ganar un Oscar. También de trabajar con el cineasta que la ha convertido en su musa. Aún se muestra incrédula de haber cumplido los dos.
Tanto en la portada como en el interior de este número que podría enmarcarse en las paredes de El Deseo, las oficinas de la productora de Pedro Almodóvar en las que tuvo lugar la sesión, no vemos a una Carmen cualquiera. Vemos a su Carmen, como recalca el guionista. Una Carmen flamenca, vestida de Balenciaga, con ceñidos y volúmenes que potencian ese rojo que ya forma parte de la iconografía de su cine y que suponen para él una celebración de "la pasión, el fuego, la sangre y la muerte".
También de la cultura española, un concepto tan difuso que solo ella podría representar con esta sesión de fotos. "Si puedo contar la historia de nuestro país a través de alguien, sería Penélope", ha expresado su maestro.
Si hacemos trabajo de hemeroteca, son incontables las ocasiones en las que Pedro ha hablado de la obsesión que tiene por ver a Cruz interpretando a madres. No hay película en la que hayan trabajado juntos (seis en total) en la que Pe no ejerza este rol que "siempre tuvo esa capacidad, esa generosidad, ese don" para interpretar.
Pero con esta colaboración para W Magazine, en la que él finge realizarle un casting ficticio a Cruz para un papel que seguro que se llevaría ella, por fin tenemos en imagen la confirmación de que Penélope también es la representación perfecta de esa marca España de la que tantos hablan. Con traje de faralaes. Con una peonía de peineta. Con la venia de Almodóvar.