Jesús Calleja siempre ha preferido mantener su vida privada fuera del foco mediático. Nunca ha trascendido ninguna información sobre su faceta sentimental, y las menciones del presentador a su esfera más personal son escasas y siempre han llegado vía respuesta en alguna entrevista en la que ha querido que el público le conociese algo mejor. Así supimos, por ejemplo, de sus inicios como peluquero de éxito, de su madre influencer, de cómo le transmitió su padre la pasión por la aventura, y de su dramática situación financiera tras haberse hipotecado "hasta las cejas" para llegar a donde ha llegado. O de la existencia de su hijo, sobre el cual ha hablado en más de una ocasión.
El leonés ha conseguido que su interés por recorrer el mundo se extienda a millones de espectadores a través de formatos como 'Volando voy' o 'Planeta Calleja'. Ha visitado los lugares más espectaculares y recónditos de nuestro país y del globo, buena parte de las veces con algunos nombres más destacados del panorama vip patrio, a los que hemos podido conocer en profundidad gracias a la labor del aventurero. Y fue precisamente uno de esos maravillosos viajes (pero sin vip de por medio) gracias a lo que Calleja pudo formar una familia, tras conocer a su hijo.
Fue en Nepal, el país que había sido su primer destino a los dieciocho años, en el que trabajó como guía y con el que se obsesionó, visitándolo numerosas veces. Allí conoció a Ganesh, un niño de siete años que chapurreaba algo de español y vivía en unas condiciones paupérrimas. "Era salado como él solo, se inventaba todo y era un mentirosillo, pero se buscaba la vida", le contó a Bertín Osborne en 'Mi casa es la tuya' hace ya cinco años. En varios viajes posteriores se lo volvió a encontrar, y una de las veces sufría una tuberculosis de la que no se curaba.
Jesús tomó entonces una decisión: traérselo a España para que se tratara la enfermedad y evitar que pudiese morir. Tras muchas complicaciones burocráticas, lo consiguió, y Ganesh pasó un año en España, entre hospitales. Una vez curado, el joven no quería volverse a Nepal y llamaba constantemente papá al presentador, por lo que Calleja, con 29 años por aquel entonces, decidió hacerse cargo de él con ayuda de sus padres, con los que todavía vivía. "Y cuidé a un hijo, sin tener mucha idea de cómo se hacía", se sinceraba en la entrevista.
Ganesh comenzó a estudiar un curso de electrónica de Formación Profesional, que acabó con matrícula de honor. Como regalo por las notas, en vez de la moto que Jesús le había prometido, le pidió que trajese a España a su "compañero de batallas" en Nepal, un joven llamado Sunesh que padecía también tuberculosis. Así fue y Sunesh considera a Calleja un padre también a día de hoy. No acabó ahí la historia: el aventurero trajo también a Sundari, hermana de Ganesh posteriormente. Los tres están casados ya, viven en España y han hecho abuelo por partida triple al presentador. Además, Ganesh trabaja actualmente como su representante.