Bertín Osborne y Fabiola Martínez comunicaron el fin de su matrimonio hace casi dos años, pero su relación sigue siendo un tema de candente actualidad. El conductor de ‘Mi casa es la tuya’ y la exmodelo siempre han reiterado que su divorcio se firmó en buenos términos, prevaleciendo el bienestar de la familia. El presentador de ‘Mi casa es la tuya’ se hizo cargo de los gastos de sus hijos, Norberto Enrique y Carlos, y concedió a su exmujer la custodia para evitar “que estuviesen cada semana en un sitio diferente”.
Ambos pusieron de su parte para acabar en las mejores condiciones posibles, ya que algo “tan triste” como es una separación no afecta a los implicados, también supone grandes cambios para los hijos que nacen del matrimonio. Carlos, el pequeño de la casa, por ejemplo, ha vivido “un año muy difícil” con tantos “frentes abiertos”, “se le han juntado muchas cosas”.
Aunque el preadolescente de 13 años “ha llevado fenomenal” el divorcio de sus padres, según comentaba recientemente la venezolana, e incluso se alegró cuando se enteró de la noticia porque era consciente de lo mucho que discutían sus padres, la orientadora del colegio hizo saber a Bertín y Fabiola que ante “tantos cambios, lo normal es que no esté tan normal, sino que le pase algo”.
Con esta información en la mano, el cantante y la empresaria están teniendo “un poquito de paciencia” con él, “sin bajar la guardia y provocando que se responsabilice”, ya que debe centrarse y “estudiar”. Por este motivo, Kike, que sufrió recientemente una crisis grave, está pasando el verano con su padre en Sevilla mientras el benjamín del clan se encuentra en un campamento de verano para que aprenda a cumplir ciertas reglas, normas y obligaciones que se le requieren a su edad. "Estoy más pendiente de Carlos, que lo tengo en un campamento cerca de Madrid porque necesita un poquito de disciplina”, reconocía la madre a 'El Español' en la gala benéfica de la Asociación Española contra el Cáncer, que ha tenido lugar en Marbella.
Carlos llegaba a la familia Osborne Martínez un año y medio después de Kike, la otra gran debilidad de la expareja. Con tan solo nueve años, sus progenitores le enviaron a estudiar a un prestigioso colegio en Oxford, algo que suscitó cierta preocupación al artista después de darse cuenta de que el niño estaba “encantado” con su vida en Reino Unido. Además, el benjamín del clan canta como los ángeles y es un auténtico fanático de la aplicación de moda entre los adolescentes, TikTok, demostrando su innegable talento en esta red social.