Fue en el año 2001 cuando Cayetano Rivera, que acababa de darse el 'sí, quiero' con Blanca Romero, adoptó y reconoció legalmente a la pequeña Lucía, hija de la actriz. Tres años más tarde el matrimonio se rompía, pero la relación padre e hija siguió existiendo a pesar de esa separación sentimental. A lo largo de estos años, el propio torero ha reconocido en alguna ocasión un distanciamiento con su hija, pero públicamente siempre han tenido buenas palabras el uno para el otro. Ahora, por primera vez, la modelo ha hecho pública una carta dirigida a su padre biológico y en la que trata también lo mucho que ha sufrido debido a su proceso de adopción.
Lucía Rivera ha sido la primera invitada del Club de Cartas que ha puesto en marcha la influencer Estefanía Ruiz. A través de una newsletter, la instagramer hace públicas cartas que están destinadas a personas del pasado con la intención de que los lectores "se vean reflejados en muchas de ellas". "A Lucia le doy gracias por haberse abierto de una forma tan sincera en estas líneas", escribía Estefanía.
La modelo ha comenzado su carta dirigiéndose a un "querido X", que un poco más adelante se puede intuir que hace referencia a su padre biológico. Hace unos años, en una de las contadas ocasiones en las que ha hablado de su pasado, la hija de Blanca Romero contó que se había llegado a reunir con él, pero que su relación "ni ha funcionado ni funcionará". Y ahora, en esta carta abierta, confiesa que muchas veces se pregunta si sus imaginaciones sobre él serán ciertas o si ha creado en su cabeza "un personaje". "Si nuestras manos y piernas seguirán siendo iguales y si cada año que pasa sin saber de ti nos parecemos más o somos más desconocidos que nunca", reflexiona la joven, que tiene 23 años.
Lucía Rivera confiesa que su padre ha sido para ella "un pilar invisible" que le ha permitido "coger más aire". "A veces me pregunto si eres tan sensible como yo, tan romántico y soñador", plantea en esta carta. Pero al terminar su texto, la hija de Blanca Romero también ha hecho referencia a su proceso de adopción, algo que no fue fácil para ella: "Cuando era pequeña me aterraba la idea de contar que soy adoptada por parte de padre porque este hecho fue motivo por el que me hicieron bullying durante muchos años".