Georgina Rodríguez ha comentado en más de una ocasión cómo comenzó su romántica historia de amor con Cristiano Ronaldo. La modelo y el futbolista se conocieron hace años, cuando ella trabajaba de dependienta en una tienda de moda de lujo, y, desde el primer momento que se cruzaron, las chipas saltaron entre ellos. Ahora, siete años después, la pareja ha formado una preciosa familia numerosa donde sus cinco hijos son lo más importante de sus vidas.
En el docureality que protagoniza la influencer, hemos podido ser testigos de cómo Cristiano Junior, Alana Martina, Eva, Mateo y Bella Esmeralda ocupan un lugar muy importante en la vida de sus padres. Y por eso mismo, la pareja se esfuerza diariamente por inculcarles unos valores y una educación que los conviertan en las personas que les gustaría que fueran en un futuro.
Para Cristiano y Georgina, el principal objetivo es que sus hijos respeten a todo el mundo y sean conscientes de que la fama y el dinero de sus padres no les hace ser superiores y que no les abrirán las puertas con facilidad. Por ello, la influencer se ha encargado de dejarles claro que deben ser agradecidos con las personas que los rodean y que deben valorar todo lo que tienen, pues "la gente no está obligada a tratarte bien por ser 'hijo de' ".
Además, la modelo tiene muy claro que quiere inculcarles a sus hijos el valor del esfuerzo y el sacrificio, y dados sus orígenes humildes y los del futbolista, les ha explicado en cientos de ocasiones que al igual que ahora viven con todo tipo de lujos, hay quienes no tienen la misma suerte que ellos. "A veces les pongo vídeos de niños que no tienen comida y les digo que eso es lo que les puede pasar" explicaba en una de sus últimas entrevistas.
Tal y como hemos podido ver en los capítulos de 'Soy Georgina', a pesar de quererse y cuidarse los unos a los otros, los cinco hijos de la pareja son completamente diferentes entre ellos, y muchas veces esas personalidades chocan entre sí. A pesar de que son buenos niños y no suelen meterse en problemas, Georgina ha explicado que las peleas entre hermanos suelen sucederse de vez en cuando, y es en esas ocasiones donde la modelo aprovecha para explicarles su estrategia: si alguno de los hermanos pega a otro deben acudir a ella, y de esa manera solo castigará al primero, sin embargo, si ambos acaban discutiendo, el castigo será para los dos.
Los cinco hermanos están muy unidos, y mientras que Cristiano, el mayor de todos, cuida de las pequeñas Alana y Eva, que siempre juegan juntas, Mateo, el otro niño de la casa, ha forjado un vínculo precioso con la pequeña Bella Esmeralda, quien está a punto de cumplir su primer año de vida.
Además, con la noticia del fallecimiento Ángel, el otro bebé que esperaba la pareja, todos sus hijos se volcaron con ella. Y, a pesar de que los más pequeños aún no entiende muy bien que es lo que pasó, saben que su hermanito está en el cielo, y Georgina siempre trata de halarles de él, para que le tengan presente y lo recuerden con cariño.
Para Cristiano es muy importante tener cerca a su familia, lo que implica que si el jugador cambia de equipo, sus hijos deben cambiar de ciudad, de colegio y prácticamente de vida. Acostumbrados a los cambios, los niños suelen adaptarse a la perfección a los diferentes países y colegios en los que han estado y no suelen tener problemas a la hora de aprender nuevos idiomas.
Además, para el futbolista es primordial que sus hijos tengan una buena salud y estén en forma, por eso no le gusta que coman 'comida basura' y junto a su chica, siempre les inculcan los valores del deporte, el sacrificio, la disciplina y el esfuerzo. Por su parte, Georgina es una persona que adora pasar tiempo en familia, y siempre hace todo lo posible por pasar tiempo con sus hijos, viajar, ir a ver a Cristiano todos juntos, llevarles al colegio y que los niños sepan que, a pesar de tener una vida muy ajetreada y llena de trabajos, ellos siempre serán lo primero.