La relación entre Alba Díaz y su madre, Vicky Martín Berrocal, es realmente maravillosa. Comparten un vínculo especial que va más allá de ser madre e hija: son verdaderas confidentes y amigas. La complicidad y el apoyo mutuo que se percibe entre ellas es incuestionable. La creadora de contenido admira profundamente a su madre. La diseñadora, por su parte, se enorgullece de la madurez y la sensibilidad de su hija.
Juntas han superado desafíos y celebrado éxitos, fortaleciendo aún más su lazo inquebrantable. Un vínculo materno filial que sufrió "un antes y un después" hace un año. "Yo he aprendido mucho este año escribiendo el libro, pero Alba influyó mucho, porque hay muchas veces que los padres pensamos que tenemos la razón y que solo nosotros tenemos la razón, porque somos madres y ya hemos pasado por ahí, y lo que yo te diga es lo que tiene que ser", se abría en canal Vicky.
Alba le ha dejado claro "que tiene su vida y que ella es ella". "Hay cosas que yo la he guiado, pero hay que darle esa libertad necesaria para que se desarrollen y sean felices. Lo más importante es preguntarle a un hijo si es feliz. Olvídate de las notas, de las carreras... Mi hija un día me dijo: 'para, mamá, voy bien. Pero aunque no fuera bien, preferiría que me preguntaras si soy feliz'. Y eso marcó un antes y un después", confesaba la socialité.
Pese a que le ha dejado su espacio y asume que tiene que aprender de sus errores por sí sola, Vicky Martín Berrocal sigue siendo el gran pilar de su hija, a quien le ha dado un sabio consejo tras su reciente ruptura con Alberto García. "¡Que viva, que viva!", le ha hecho saber que debe aprovechar su juventud y vivir a tope su vida.
Fue la propia Alba la que quiso hacer público el motivo por el que se ha roto su relación con el deportista. "Somos jóvenes y, como cualquiera de vosotras, pues descubriendo el amor que unas veces sale bien y otras no tanto", asume que son cosas que pueden pasar. "Siento deciros que no hay mucho más salseo, simplemente nuestros caminos iban a diferentes lugares. Son cosas que suelen pasar y no tiene nada de malo, es parte del proceso y de la vida", cerrando así la puerta de posibles terceras personas o malos rollos entre ambos.