Convulsos tiempos los que está atravesando Shakira. Para bien y para mal. Quién le iba a decir hace menos de un año que pondría fin a su relación más longeva, que abandonaría Barcelona y se instalaría en Miami, que sus hijos Milan y Sasha se pasarían media vida cruzando el charco para cumplir un acuerdo de custodia o que su carrera alcanzaría su mayor pico de popularidad y la convertiría en un referente del empoderamiento femenino. Nadie.
Tampoco se imaginaba (o quizás sí) que, más allá de su guerra judicial aún abierta con la Hacienda española, esa que podría llevarla a prisión, la Agencia Tributaria volvería a acusarla de fraude y sus problemas fiscales se multiplicarían por dos. Pero ella, demostrando que está en un constante resurgir, nunca ha querido esconderse de todos estos frentes abiertos. Prueba de ello, su asistencia en la noche de este jueves a la última edición de los Premios Juventud.
Esa en la que se llevó 8 galardones en las categorías a Artista Premios Juventud Femenina, Mejor Canción Para Mi Ex (TQG), Girl Power (TQG), Mejor Urban Track (TQG), Mejor Canción Pop/Urbano, Mejor Canción Pop/Urbano, Mejor Colaboración Pop/Urbano, Tropical Mix y Social Dance Challenge y donde sus hijos, presentes en la primera fila de ese Coliseo José Miguel Agrelot de Puerto Rico en el que tuvo lugar la 20º edición, fueron los grandes protagonistas.
A ellos, fruto de su relación con Gerard Piqué, que desde su separación se ha convertido en su enemigo público número uno, se dirigió directamente al subir al escenario para recoger el galardón que reconocía la labor social que lleva a cabo con 'Pies Descalzos', fundación que encabeza desde 1997 y que da oportunidades educativas a niños desplazados y a sus familias en Colombia. Concretamente, el premio era por ser "Agente de Cambio con su labor filantrópica enfocada en la educación y nutrición de los niños, en las artes y las causas hacia el empoderamiento femenino".
“Vivimos en un mundo ambiguo, rodeados de buena música, de belleza, de bailes de TikTok, de selfies con filtros", comienza a enumerar. "Pero hay realidades que no se pueden maquillar ni inventar. Hay lugares donde las personas nacen y mueren pobres porque no tienen la oportunidad de recibir una educación de calidad". Una situación que no se ve desde la pantalla de un smartphone y que, tal y como ha expresado en estos Premios Juventud donde la de Barranquilla ha arrasado, trata de que tanto Milan como Sasha tengan muy presente.
"Cuando mi hijo de 10 años me dijo con tristeza que un amigo suyo quisiera cambiarse el color de la piel porque no se siente parte, o que alguno se siente apartado por sus preferencias, solamente me queda como madre decirle que no se tiene que quedar callado, que puede levantar su mano, que puede alzar su voz y que puede quejarse de eso y de todo aquello en lo que no está de acuerdo, es así Milan", le expresó mirándole a los ojos, logrando una ovación cerrada por parte de ese estadio en el que también se encontraban grandes tótems de la música latina como Paulina Rubio, Karol G o Camila Cabello.
"Así son las cosas, Milán. Y estoy muy, muy aliviada de ver que este joven sabe cómo hacerlo cada vez más”, manifestó. “Milán y Sasha están aquí conmigo, lo cual es una gran alegría para mí. Quiero que mis hijos entiendan que para ser un agente de cambio no es necesario ser una estrella pop femenina”.