Es probable que Elena Tablada esté atravesando una de las etapas más difíciles de su vida. Así lo ha dejado ver desde que se hizo pública su decisión de poner fin a su matrimonio con Javier Ungría, ese hombre que pensó que era el hombre de su vida pero que, después de divorciarse, aseguró que nunca había llegado a conocer. Juntos tuvieron a Camila, su única hija en común. Y por ella, para desgracia de ambos, la ya expareja se ha visto envuelta en una guerra abierta, tanto mediática como judicial.
En el juicio que tienen pendiente para después de verano se dirimirá la custodia de la pequeña. Y mientras se llega a una conclusión, Tablada y Ungría están repartiéndose el tiempo con ella de forma equitativa, algo que para Elena se ha convertido en un auténtico infierno. Así lo expresó a través de su Instagram la semana pasada. Desde Miami, donde se encuentra disfrutando de sus vacaciones, la cubana celebraba poder tener con ella a Camila y a Ella Bisbal, su hija mayor.
"Después de tanta incertidumbre e inconvenientes innecesarios -manifestó haciendo referencia directa a su exmarido, con el que tiene una relación nula- las hermanas por fin están juntitas". Un éxito en estos momentos que, en palabras de la propia Elena, son consecuencia de "no elegir bien a las personas". "Nunca había estado tanto tiempo sin mi bebé. Quince eternos días muy difíciles de llevar", denunció.
Ante esta complicada situación, Javier Ungría respondió. Recurrió a la misma vía que su ex, la de las redes sociales, para compartir la siguiente cita de Robin Sharma: "El respeto que le das a los demás es el claro reflejo del respeto que te das a ti mismo". Y después de esta declaración, la otra pieza que ha entrado en el juego mediático es la que fue su suegra, Elena Tablada madre, que se ha negado a mantenerse en silencio y ha defendido públicamente a su hija.
Aunque ante las cámaras de Europa Press ha confirmado que su hija está "contenta" por estar "con sus dos niñas", sí que ha confirmado los probelmas que atraviesa con el que fue su yerno. "Todos son buenos hasta un momento. Ahora no lo sé, yo me llevo muy bien con él y no tengo problema, pero ellos tienen problemas", ha manifestado. "Nos ha sorprendido porque él no era así, pero como todo cambia, pues bueno".