Revisando las portadas de este miércoles es imposible no fijarse en lo mucho que han crecido los hijos de Eugenia Silva. La top model, que acaba de cumplir treinta años de trayectoria, así nos lo ha querido hacer saber a golpe de exclusiva, con un amplísimo reportaje para la revista ¡Hola! realizado en Formentera, su refugio estival, en el que Alfonso y Jerónimo, los dos niños que nacieron de su relación con Alfonso de Borbón, son los protagonistas absolutos.
Aunque la percha de esta entrevista era hacer balance de uno de los veranos más difíciles de su vida (Eugenia se encuentra en pleno duelo por la muerte de su padre), es imposible no fijarse en el cambio de sus pequeños de nueve y seis años, a los que siempre ha tratado de proteger en sus redes sociales.
Ellos han sido un apoyo fundamental para Silva tras quedarse huérfana de padre. "Están siempre pendientes de si me lloran los ojos: 'Mamá, ¿vas a llorar?', 'mamá, ¿estás bien?', 'mamá, ¿estás triste?", ha confesado a los compañeros de ¡Hola!, ante los que ha calificado a Alfonso y Jerónimo de "hombretones".
Para ella, tenerles cerca es "una bendición". Físicamente son "altos, fuertes y sanos". En lo personal son "niños felices, contentos, alegres y curiosos", algo fundamental para su madre. "Les gusta investigar, conocer, viajar, les gusta relacionarse… ¡Qué te voy a decir de ellos!", ha manifestado.
Un palpable orgullo por su familia del que tampoco se podía librar Alfonso de Borbón, con el que acaba de celebrar su décimo aniversario. "Un padre entregado", como le ha definido Eugenia, sin el cual no habría podido desarrollar esa dilatada carrera como modelo. "Somos un equipo y nos compenetramos muy bien. Creo que él me aporta la estabilidad que le falta a mi vida y a mí no me van mucho las rutinas, me gusta la aventura, así que le aporto un punto de locura diaria y de espontaneidad".
Una estabilidad sentimental que ha logrado escabullirse de esa oleada de separaciones vip de la que hemos sido testigos tras la pandemia. En su caso, el éxito de seguir juntos se basa en "reírse mucho y no perder nunca la educación y el respeto". "A mí me da mucha pereza pelear, no soy nada peleona ni discutidora, evito el conflicto y creo que eso ayuda mucho en una pareja", ha recalcado a ¡Hola!