Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, han bautizado a su segunda hija, que se llama Sofía como su madre, en la Iglesia de San Román de Sevilla, antigua sede de la Hermandad de los Gitanos y capilla adscrita al palacio de las Dueñas, donde ya bautizaron hace dos años a la mayor de sus pequeñas, Rosario. En la ceremonia han estado acompañados por toda su familia, incluidos Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo.
La pequeña, que nació el pasado 10 de enero en el Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid, ha recibido las aguas bautismales siguiendo la tradición familiar y no solo por el escenario escogido, sino también porque ha lucido el faldón que llevaron su hermana mayor y su padre en sus respectivos bautizos.
Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo han posado con las dos niñas a las puertas de la iglesia, acompañados por el padre de él, el duque de Alba, que ha estado en todo momento pendiente a sus nietas. Tras el acto religioso, los duques de Huéscar han llevado a su hija al santuario donde reposan las cenizas de Cayetana Fitz-James Stuart, como ya hicieron hace dos años en el bautizo de Rosario para presentarla ante el Jesús de la Salud y la Virgen de las Angustias.
La celebración posterior ha tenido lugar en el Palacio de Dueñas, la residencia favorita de Cayetana de Alba, donde pasó sus últimas semanas de vida. Al evento han acudido los tíos de la pequeña, Carlos Fitz-James Stuart y una embarazada Belén Corsini, y sus tíos abuelos: Cayetano Martínez de Irujo acompañado por Bárbara Mirjan Aliende y Eugenia Martínez de Irujo junto a su pareja, Narcís Rebollo, pero sin su hija Cayetana. Alfonso Díez, viudo de la bisabuela de la niña, no se ha perdido la ceremonia, pues sigue muy unido a la familia.
Esta celebración no solo ha supuesto una nueva reunión de los descendientes de Cayetana de Alba, sino también el reencuentro de Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo después de sus últimos reproches en público. Ante los micrófonos de 'Fiesta', el conde de Salvatierra declaraba: "Las descalificaciones y los insultos no llegan a ninguna parte. Lo que no voy a aguantar después de nueve años es que bloqueen el progreso mío para el futuro de mis hijos y el mío. Llevo muchos meses intentando hablar con ella y es imposible, es que no se puede. Algún día será que nos sentemos y empecemos una relación con punto y aparte. No estoy preocupado por nada. Hoy no es el día para hablar nada".
Unas palabras con las que Cayetano dejaba claro que todavía no había solucionado las cosas con su hermana y que sentía que el bautizo de su sobrina nieta no era el momento idóneo para hacerlo. La aristócrata, por su parte, ha sido mucho más comedida y ha permanecido en silencio cuando los periodistas congregados a las puertas de la Iglesia de San Román le han informado de las declaraciones de su hermano. Por el momento, se desconoce si acercaron posturas o si pudieron hablar durante el evento.
La madre de la pequeña se ha decantado un conjunto de tres prendas, formado por un top, una capa y un pantalón de color beige cuyo toque de color lo ponía el reverso de la capa, en fucsia, y unas grandes flores del mismo color en la parte delantera del chaleco, que ha combinado con unos sandalias grises y una coleta baja. Rosario, la hermana mayor de la protagonista, ha lucido un vestido crema con florecitas en la parte delantera de la falda que combinaba con unos zapatos y calcetines rosas.