Han pasado seis meses desde que Manu Sánchez anunciara que le habían diagnosticado cáncer testicular y que tenía que hacer un parón en su carrera para someterse a tratamiento. Ha sido un camino difícil en el que el humorista ha sentido verdadero miedo, con el que ha tenido que aprender a convivir. Durante estos meses tan complicados siempre ha estado a su lado, Lorena, su pareja y madre de sus dos hijos, Manuel y Leonor, con la que se prometió el pasado mes de agosto. Ella ha sido su gran apoyo en todo este proceso. Un proceso en el que ha tenido tiempo para reflexionar y replantearse la forma de ver y entender la vida y lo que podía pasar si el fatídico final llegaba.
Ha sido en el programa de radio 'Hora 25' de la Cadena Ser, donde el humorista ha hablado desde el corazón y ha revelado cómo ha vivido estos últimos seis meses. "Lo más duro de todo fue aceptar mi propia muerte. Esto es el gran ejercicio. La gran pirueta psicológica. Darte cuenta de que esto se puede acabar en cualquier momento", ha dicho Sánchez, que ha tirado de humor para explicar, desde su experiencia, cómo no podemos perder el tiempo en esta vida ni posponer todos aquellos sueños o deseos que deseamos cumplir. Como él ha expresado, el tiempo se nos puede acabar en cualquier momento: "Todos damos por hecho que vamos a tener como 90 años para entregar el examen y estamos releyendo las preguntas. Todo lo vamos posponiendo, pero he aprendido que en cualquier momento nos dicen, 'entregamos'. Y si hay diez preguntas y vas por la dos ni el aprobado raspado. Tomé conciencia de ello y empezó a parecerme ridículo como todo el mundo hacíamos planes a largo plazo".
Darse cuenta de que el tiempo se puede agotar cuando menos te lo espera le cambió por completo. "Asumir mi propia muerte me ha hecho más fuerte, hace que me importe todo un poquito menos", ha dicho Sánchez, que a partir de ese momento empezó a plantearse cómo podía ser el futuro de su familia si él faltaba. "Me iba a la cama y pensaba, ojalá la persona con la que rehaga la vida mi pareja sea un tío de puta madre porque va a educar a mis hijos. Va a ser quien enseñe a montar en bici a mi niña y a nadar al enano... Me terminó pareciendo normal asumirla y asumir que no sé si la vida es la mejor forma de salir de este proceso".
Y aunque inevitablemente a lo largo de estos meses se ha puesto en lo peor, nunca ha dejado de ser positivo. "Después he vuelto aprender que en la vida merece la pena tirar para delante, seguir luchándola, que intentemos arañar tiempo al examen y si quieres hacer algo, hazlo ahora porque no sabemos cuando va a sonar esa vocecita de 'entregamos' y como te toque entregarlo ya se te va a quedar una cara de tonto por todas las cosas que se te han quedado sin hacer y después no va haber a quién reclamárselo", ha contado el humorista.
Aunque sus hijos aún son demasiado pequeños para comprender lo que está ocurriendo, el humorista está intentando dejarle "miguitas" para que comprendan la situación cuando llegue el momento. Mientras tanto todo es como un juego e incluso cuando apareció sin pelo a causa de la quimioterapia, el destino quiso echarle una mano y que su hijo Manuel creyera que simplemente su papá había aceptado una propuesta que le hizo poco antes de nacer su hermana. "Cuando nació Manuel me pilló en mitad de 'Tu cara me suena' y me tuve que quitar la barba para hacer los personajes, ahora como se acercaba el nacimiento de Leonor le dije que si hacíamos lo mismo que cuando él nació y me quitaba toda la barba. Me dijo que por qué no todo el pelo y así me quedaba como el 'Capitan Calzoncillos'. Cuando aparecí sin barba y sin pelo por la quimioterapia estaba convencido de que acepté su propuesta. La pirueta sobre el guion estaba perfecta", ha comentado entre risas sobre este entrañable momento. "Vamos dejando esas miguitas y vamos a intentar que cuando se lo encuentren y espero que sea conmigo de la mano, todo tenga sentido".
Sus hijos son su motor y, a pesar de los difíciles momentos que ha vivido, está volcado en ellos y trata de no perderse nada. "Hoy me pedía el cuerpo no saltarme una cita. Hoy he vuelto a la radio y al teatro también. Hoy por la mañana, antes de meterme en esa última cirugía que nos queda, espero que sea la última, me he ido a la clase de Manuel a hablar de teatro, a hacer marionetas, títeres.. No me perdonaba que si no salía bien del todo y me quedara sin ir al colegio para esto del teatro", ha dicho el humorista, que ha insistido en que nunca hay que perder la esperanza y que es importante mantenerse positivo en este proceso. "Ahí ando, peleándome entre el optimista y el pesimista que llevo dentro. Esto funciona más si se ve con una sonrisa, si se ve con ese optimismo de que a quien veamos sin pelo lo veamos como sinónimo de curación. Ahí ando dejando esas miguitas para que cuando no los encontremos, todo ese viaje haya tenido sentido", ha dicho en su intervención en 'Hora 25'.