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Manu Sánchez ha avanzado en su proceso de recuperación del cáncer testicular que le detectaron en abril. Con entusiasmo y felicidad, el humorista ha compartido con sus seguidores que ha completado su tratamiento de quimioterapia. Para marcar el final de esta difícil etapa, el sevillano hizo sonar "la campana de los sueños" en el Hospital Virgen del Rocío, ritual que le permitió expresar su felicidad y compartir con todos su emoción tras lograr esta meta.
"FIN DE LA QUIMIO. HOY ES UN GRAN DÍA", celebraba el cómico, que ha reconocido a su comunidad que el proceso de recuperación está resultando complicado. "El camino es duro, muy duro… pero está mereciendo la pena. Hoy termina una etapa. Llega un nuevo comienzo. Lo estamos consiguiendo. Gracias a quienes no me soltáis", escribía Manu, que, a pesar de aún no estar recuperado, sigue manteniendo su actitud optimista: "Campana y no se acabó. La gran noticia cada vez está más cerca".
Un gran número de compañeros y amigos del también actor se unieron para celebrar su progreso. Rostros como Pastora Soler, Eva González, Paz Santana, Julia Otero, Jorge Cadaval, India Martínez, Toñi Moreno o Antonio Canales, entre muchos otros, le enviaron mensajes de aliento para la siguiente fase de su recuperación.
Fue el 19 de abril, tras semanas de pruebas por un dolor de espalda que le impedía hacer vida normal y descansar, cuando los médicos le comunicaron que padecía esta enfermedad. "Me fui corriendo al Hospital y, tras tragarme sin masticar la noticia, decidí varias cosas”, contaba, explicando que la primera fue “volver al teatro”, seguir pilotando el programa que tenía y rodearse de sus seres queridos: “Pocas veces he tomado una decisión más acertada, pocas cosas más sanadoras".
La segunda decisión fue “no contarle nada a nadie hasta no saber el nombre y los apellidos, hasta no desvelar ante qué estábamos y cómo venía”. Y en ese punto, dos días después de recibir la peor de las noticias, llegó al mundo Leonor, su segunda hija con Lorena Sánchez: “No sé si a mucha gente le ha pasado ver la muerte y la vida desde tan cerca y tan seguidos. La montaña rusa de emociones aún la estoy digiriendo y llegado su momento os la contaré con más detalles, pero sobre todo tenía claro que a Leonor yo no podía robarle su alegría".
No fue hasta el 2 de mayo, dos semanas después de recibir el diagnóstico, cuando le informaron del alcance del cáncer. "Esos días y esas noches de en medio no se las deseo a nadie. Ha sido imposible no imaginarse lo peor y por eso ahora saber que lo peor no es ni será, como os prometía al comienzo, es tranquilizador", reconoce Manu, que está encarando su realidad con una actitud admirable.