Hace casi tres décadas, y con apenas dos semanas de separación, el clan Flores sufría dos enormes pérdidas. Fue en mayo de 1995 cuando fallecieron Lola Flores, a causa de un cáncer de mama, y su hijo Antonio Flores, debido a una sobredosis. Las dos supervivientes de la familia, Lolita y Rosario, tuvieron que hacer frente a ambas tragedias en un período de quince días. Un mazazo vital que provocó que la mayor de las hermanas acabase recurriendo al consumo de drogas y alcohol. Su hija, Elena Furiase, ha revelado ahora cómo consiguió salvarle la vida a su madre en este momento crítico.
La intérprete de 'Sarandonga' se ha referido en varias ocasiones al consumo de estas sustancias a lo largo de los años, pero sin entrar en demasiados detalles. Una actitud que cambió el pasado mes de septiembre, durante su participación en el programa 'El musical de tu vida'. Fue entonces cuando reconoció estas prácticas, admitiendo que superó sus muertes a base de "llorar muchísimo" pero también de tomar "muchas botellas de Whisky sola por la noche" y de "probar muchas sustancias", aunque considerando que nunca llegó a engancharse a ninguna de ellas.
En esta aparición televisiva, Flores explicaba que consiguió salir de esta complicada racha gracias a sus dos hijos, Elena y Guillermo Furiase. En especial, tuvo un papel fundamental la actriz, solo una niña por aquel entonces, con quien se reencontraba en el mencionado plató. "Elena me salvó... Elena me salva siempre, me sigue salvando de todo", admitía. Ahora, meses después, la primogénita de la cantante ha dado su versión de los hechos.
Lo ha hecho en declaraciones a la revista Hoy Magazine durante su asistencia a un evento. Preguntada al respecto de la relación su familia, la que ha formado junto a Gonzalo Sierra y sus dos hijos en común, Noah y Nala, ha salido también a colación la inestimable ayuda a su madre por aquel entonces. Elena ha aclarado que, con apenas unos años de edad, no llegó a "ser consciente" de lo que estaba haciendo entonces al dar aviso a su tía, Rosario, para contarle lo que estaba viendo en casa.
Furiase sabía, pese a su corta edad, que su progenitora estaba atravesando un mal momento, y, como hija, decidió pedir ayuda. "Veía que mi madre se me hundía, y no sabía muy bien qué hacer, no tenía instrumentos, herramientas ni capacidad. Pedí ayuda, simplemente". La intérprete reconoce que intentaba hablar con ella y estar con ella, "de alguna manera, hacerle ver que eso no era el fin del mundo". Pero admite que nunca llegó a pensar que había sido ella el detonante de que Lolita saliese adelante. "Es verdad que los hijos tienen una fuerza sobre nosotros […] Simplemente están ahí, y una mirada, una sonrisa, un 'mamá'... te salva, es verdad", ha concluido.