Hace casi una década que la vida sentimental de Pilar Rubio y Sergio Ramos dio un giro de 180 grados. A su historia de amor se unía Sergio JR.(9), el primogénito de la pareja, que aún no había pasado por el altar. Dos años después de su flechazo, la exreportera y el futbolista daban la bienvenida a su primer hijo en común, que cambiaría radicalmente sus vidas y que se convertiría en el capitán de su amplio equipo de fútbol.
La modelo y el excapitán del Real Madrid han presumido mucho de su primogénito a través de sus redes sociales, donde nos han enseñado cómo ha crecido en los últimos años y en donde, además, han desvelado algunas de sus cualidades. Concretamente, en el octavo cumpleaños de vida del pequeño, Rubio destapaba cómo era su hijo mayor.
"El tiempo pasa volando y sin darnos cuenta tenemos a un hombrecito de 8 años en casa que nos recuerda que ya son 8 años del camino más apasionante y de la experiencia más maravillosa de nuestras vidas, ser padres. Ser el hermano mayor es una responsabilidad y, a la vez, un privilegio. Sé que eres el mejor ejemplo que tus hermanos podrían tener, porque con tu sonrisa y tu bondad nos alegras a diario. Sergio Jr., muchas felicidades. Siempre juntos. Te queremos con locura".
Un año después del nacimiento de su primogénito llegaba a sus vidas Marco (8), su segundo hijo en común. Un rubio con ojos azules, que nada se parece a su hermano mayor y que también el futbolista y la modelo se han encargado de que conozcamos a través de sus redes sociales. En su último cumpleaños, la colaboradora de programas de televisión se encargaba de definirlo como una persona "tierna".
Sin embargo hace tres años, en su quinto cumpleaños -a pesar de no haber estado presente en la celebración- el actual jugador del Sevilla también comentó públicamente cómo era su segundo hijo: “Una sonrisa traviesa, un mundo propio y unos abrazos que te lo entregan todo. Nuestro Marquito se hace mayor, aunque siempre tuvo mirada de viejo sabio".
Tres años después de su llegada, la familia Ramos Rubio cumplía su sueño de ser familia numerosa de la mano de Alejandro (5), su tercer hijo en común. Un niño que llegaba para completar el álbum familiar hasta la llegada de su cuarto hijo, Máximo Adriano, que llegaría dos años después. Dos hijos muy seguidos de los que Pilar ha hablado en varias ocasiones. De hecho, en palabras de la modelo, Alejandro sintió bastantes celos con la llegada de su hermano pequeño. "Alejandro, que era el pequeño hasta que nació Máximo Adriano, se ha vuelto un poco más rebelde", confesaba la modelo en la revista ‘¡Hola!', donde comentaba que "intentaba llamar la atención, pero es normal".
Sin embargo, y para completar la locura familiar, la pareja (que meses después pasaría por el altar) daba la bienvenida al mundo a Máximo Adriano (3), su cuarto hijo (tal y como mencionamos en el párrafo anterior), con el que parecen haber puesto punto y final a su experiencia con la paternidad y con el que han terminado de convocar a su propia selección. Un niño que se ha tenido que adaptar a todos los cambios que ha vivido la familia Ramos Rubio en los últimos tiempos, como su estancia en París y su posterior mudanza a Sevilla, además de ser "el terremoto de la casa, el que nos ilumina y nos llena de alegría", como dijo la colaboradora en sus redes en su último cumpleaños.