El suyo es uno de esos muchos ejemplos de personas que son conocidas desde antes incluso de haber nacido. En el caso de Eugenia Martínez de Irujo, desde 1968, cuando su madre, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, dio a luz por fin a una niña tras cuatro hijos varones. Con los años, a diferencia de otros perfiles similares, la duquesa de Montoro nunca ha rehuido el foco, manteniendo una destacadísima proyección mediática en las últimas décadas, lo que, a diferencia de algunos de sus hermanos, la ha convertido en un rostro muy familiar. Recientemente, ha dado cuenta de esa exposición pública protagonizando un espectacular reportaje para la revista Harper's Bazaar.
La relación entre madre e hija fue tremendamente cercana hasta la muerte de la aristócrata en el año 2014. Una década después, y en el "mejor momento" de su vida, Martínez de Irujo admite que la sigue teniendo muy presente en su día a día. "Me consuela muchísimo saber que siempre está aquí", explicaba a Vanity Fair el año pasado. Según sus palabras, el legado emocional y humano que Cayetana dejó a Eugenia incluye, entre otras cosas, la puntualidad, el orden o el cariño del público. Pero las que más le han marcado son dos: la libertad, de la que su madre siempre hizo gala, y su pasión por el arte.
Ambas se dan la mano en el reciente paso adelante de la hija pequeña de la duquesa de Alba, posando para la mencionada publicación. La pieza, titulada 'Mil Eugenias', cuyo texto firma Boris Izaguirre y cuya fotografía y dirección creativa corresponde a Raúl Rosillo, hace un homenaje a la historia de su familia y ejemplifica su "compromiso" con "redefinir lo que significa ser mecenas" en la actualidad. La sesión de fotos tuvo lugar en una finca sevillana de su propiedad, la Pizana, y pretende homenajear a los artistas que han tenido contacto con la casa de Alba en los últimos siglos.
Los looks que ha lucido la madre de Tana Rivera (fruto de su relación con Francisco Rivera) abarcan cientos de años. Porque si bien el equipo artístico ha replicado algunos posados míticos de Cayetana de Alba, como los retratos que le hizo Gyenes en la década de los sesenta, otros se remontan bastante más atrás.
Así, en las fotografías que ya se han difundido, la hemos podido ver dando vida a lienzos firmados por Francisco de Goya como 'La duquesa de Alba de negro' o 'La maja vestida', de quien se dice que era también la aristócrata. Según el reportaje, Eugenia se entregó totalmente al proyecto.