A mediados de los años dos mil, el rostro de Javier Gutiérrez comenzó a hacerse conocido entre el público gracias a su participación en series de éxito como 'Los Serrano' o 'Águila roja'. Unos años después, llegaría el éxito de la crítica, encadenando proyectos muy aplaudidos, que le han valido un amplísimo puñado de reconocimientos, como sus dos premios Goya (de seis nominaciones en una década) o los dos premios Feroz (de ocho candidaturas en los últimos años). Pero, pese a este apabullante currículum, siempre ha preferido que se sepa poco de su vida privada como una forma de hacer "más interesantes" los personajes que interpreta. Recientemente ha hecho una excepción para sincerarse sobre la situación de su hijo mayor, Mateo, que padece una discapacidad cerebral.
La enorme proyección pública del intérprete, nacido en Luanca (Asturias) pero criado en Ferrol (A Coruña) no ha impedido que su voluntad de dejar su intimidad al margen permanezca intacta. Más allá de los rodajes y las campañas profesionales de sus trabajos, Gutiérrez sigue llevando una vida tranquila y discreta, centrado en los suyos y haciendo "encaje de bolillos" para conciliar ambas facetas. En lo personal, mantiene desde hace cuatro años una relación sentimental con la fisioterapeuta malagueña Carmen Demaría, y es padre de dos hijos, Mateo y Lucas.
El segundo, de tres años, nació fruto de su relación con Demaría. Y a su primogénito, de quince, lo tuvo durante su matrimonio con la gestora Inés Inciso, de la que se acabó divorciando en el año 2011. Ambos progenitores mantienen la custodia del adolescente. Y aunque siempre ha protegido la privacidad de sus dos retoños, alejándolos del foco y compartiendo de forma muy puntual imágenes de ellos en sus redes sociales, sí se ha sincerado en más de una ocasión respecto a su faceta como padre y, también, sobre la situación de su hijo mayor.
Así lo ha hecho recientemente durante su paso por 'Plano general', el programa de entrevistas de La 2 que presenta Jenaro Castro. En su charla con él, el ferrolano de adopción y de sentimiento ha repasado su trayectoria profesional y, entre otras muchas cuestiones, ha abordado el tema de su paternidad y sus hijos, por los que ha dicho que siente un amor "incondicional". Como ya ha explicado en el pasado, al principio vivieron la llegada de Mateo a sus vidas como "una película de terror", un tránsito por un "camino de espinas" hasta, en sus propias palabras recibir una importante "lección de vida".
Javier ha explicado que no podría vivir sin él, y es consciente de que el adolescente es "una personita que va a necesitar ayuda toda su vida, porque es muy dependiente". Al actor le alegra mucho comprobar la estrecha conexión que existe entre los dos hermanos. "Ver esa sociedad en la que se ayudan, se enseñan el uno al otro", ha reconocido.
En una ronda de preguntas rápidas, Castro le ha preguntado por un sueño sin realizar. Y ha sido entonces cuando el gallego ha reconocido que sería poder escuchar la voz de su hijo mayor. "Mateo no habla y tiene dificultades de movilidad. Y muchas veces he soñado que me llama, que me dice 'Papá, te quiero' o 'Papá, buenos días'. Además de un milagro, sería un sueño", ha reconocido.