La vida familiar de Carles Puigdemont: su mujer, pitonisa aficionada, y sus dos hijas

  • Carles Puigdemont ha regresado a España para acudir al pleno de investidura de Salvador Illa en el Parlament

  • Sobre el político pesa una orden de detención desde que abandonó el país hace siete años

  • Repasamos la desconocida vida familiar de Puigdemont: con su mujer desde hace más de dos décadas y sus dos hijas

Carles Puigdemont ya está en España. Con motivo del pleno de investidura que hoy a las 10:00 horas protagoniza Salvador Illa para ser presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont ha regresado al país tras siete años en el exilio. Desde que él mismo anunció su regreso a través de las redes sociales, los Mossos d´Esquadra han preparado un amplio dispositivo de seguridad en la puerta del Parlament por la orden de detención que pesa sobre él. Por el momento, Just ya ha advertido que si le arrestan pedirán paralizar la investidura y se replanteará el acuerdo nacional que actualmente mantienen con el Gobierno de Coalición liderado por Pedro Sánchez.

La vida familiar de Carles Puigdemont

Pasó su infancia en el pueblo de Amer, en Girona, donde nació en 1962. Sus padres, Xavier Puigdemont y Núria Casamajó, regentaban una pastelería familiar y él creció en un familia numerosa siendo el segundo de ocho hermanos. Dos de ellos tomaron las riendas del negocio familiar mientras que él decidió embarcarse en estudios de Filología Catalana en la Universidad de Girona, aunque no llegó a completarlos. Sí que desarrolló su pasión por el Periodismo y la comunicación, trabajando en el periódico 'El Punt'. Su vocación política nació con su mayoría de edad, cuando acudió junto a su tío - que era alcalde de la localidad por CIU - a un mitin de Jordi Pujol en las primeras elecciones catalanas de 1890.

Hace más de 25 años comparte vida sentimental con Marcela Topor, actriz, periodista y pitonisa aficionada a quién conoció en 1998 en Girona, lugar al que ella acudió con su compañía teatral. Se casaron en el año 2000 e hicieron una doble ceremonia: primero una boda laica en Roses y después en Rumanía, por el rito ortodoxo. Unos años más tarde decidieron ampliar su familia y tener dos hijas: Magalí, que tiene 16 años, y María, que tiene 14, pero siempre han conseguido mantenerlas lejos del revuelo mediático.

Cuando llegó a España junto a su marido, Marcela comenzó un nuevo camino en los medios de comunicación y ha trabajado como traductora en la Agencia Catalana de Noticias y más tarde como periodista en diversos periódicos. Una de las cosas más curiosas de la mujer de Carles Puigdemont es que es conocida por su pasión por la mística y la magia, por lo que algunos la definen como una "especie de maga" que es capaz de ver el poder de los amuletos y de la adivinación.