El pasado mes de octubre, Quim Gutiérrez y Paula Willems daban la bienvenida a su segundo hijo. "Bienvenido a la vida, Gael.18/10/2024", escribía la modelo a través de sus redes sociales junto a una fotografía con la que presentaba al recién nacido. Tres años antes, en noviembre de 2021, ambos se convertían en padres por primera vez de su primogénito, Bru. Aunque son escasas las ocasiones en las que el de 'El cuerpo en llamas’ se ha referido a su faceta más personal, ahora se ha sincerado acerca de la técnica que lleva a cabo para comunicarse con el mayor de sus descendientes, de tres años, y que realizará también con el de dos meses.
El pasado martes, Quim se sentaba en el plató de Late Xou, el programa presentado por Marc Giró. Allí, el actor desvelaba que practica el ‘baby sign’, un método que facilita la comunicación con los más pequeños a través de una serie de signos con los que aprenden a expresar sus necesidades y consiguen que sus padres les entiendan a la perfección cuando todavía no saben hablar.
"Los niños tienen una capacidad de aprendizaje más grande de lo que creemos y por eso, antes de desarrollar el aparato fonador y poder hablar con ellos, entienden, pero no pueden comunicarse, pero con las manos sí pueden hacer cosas”, comenzaba explicando el intérprete, que posteriormente explicaba con mayor profundidad cómo llevarlo a cabo: “A partir de los cuatro o cinco meses puedes enseñarles a hacer cosas y le pronuncias la palabra a la vez que le haces un gesto y ellos son capaces de relacionarlo y acordarse", aseguró Gutiérrez, quien lo ha adoptado en su propia familia y ya ha podido observar sus resultados y beneficios.
Mediante la Lengua de Signos Americana y adaptando signos a la capacidad motora fina de los bebés, nació la herramienta adaptada por la que, a través de la risa, el llanto o los gritos, son capaces de elegir palabras clave, como algunos nombres, verbos o adjetivos.
Algunas de las señales más populares son la colocación de las palmas hacia arriba para preguntar dónde está algo, cerrar el puño y poner sobre los labios el pulgar hacia arriba para beber o colocar las manos bajo la cabeza girada hacia un lado para dormir.
Según los expertos, la técnica estimula el lenguaje y las habilidades cognitivas, favorece la atención y la psicomotricidad, disminuye la frustración y fortalece el vínculo afectivo entre padres e hijos. Del mismo modo, aseguran que consiguen hablar antes y tienen una mayor facilidad para los idiomas.
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