Pablo Castellano ha contado en más de una ocasión que tenía 23 años cuando tuvo que hacer frente a la muerte de su padre, que falleció a los 57 años "recién cumplidos" tras sufrir un infarto. Tanto para él como para sus dos hermanos, Jacobo y José, supuso un alivio evitar verle enfermo, ya que perdió la vida poco después de que le diagnosticasen un cáncer de colon.
La muerte de su padre fue un duro en golpe en todos los sentidos. A raíz de separarse de Patricia, la madre de los hermanos Castellano, el padre de Pablo comenzó una relación con otra mujer que decidió cerrar la empresa cuando él murió y dejarles sin nada. Jacobo y Pablo se unieron para crear 'Archarray e hijos', una empresa a la que llevan más de quince años dedicados y en la que han podido crecer profesionalmente tras empezar "desde muy abajo".
En la cuarta temporada de 'Pombo', cuyo primer capítulo puedes ver hasta el próximo 6 de febrero en abierto, en Mitele, Pablo y Jacobo deciden vender Villafranca, la casa familiar en la que pasaron su infancia con sus padres y con su hermano José, que es el pequeño. Tal y como explican en esta docuserie, la casa la están reformando tras vendérsela a un íntimo amigo de Jacobo, lo que les permitirá poder volver a ella siempre que quieran.
"La casa de Villafranca es nuestra infancia. Hemos vivido prácticamente toda nuestra vida. Hemos cerrado la etapa de esa casa, pero vamos a tener la suerte de poder disfrutar de ella porque la ha comprado uno de los mejores amigos de Jacobo", cuenta Pablo. El motivo es que a Patricia, madre de los tres hermanos, le venía "bien el cambio" de irse a Madrid y ver gente diferente.
Es en el segundo capítulo de esta docuserie cuando Pablo recuerda el día que su hermano pequeño le dijo, llorando, que su padre se había ido de casa. El marido de María Pombo recuerda que desde que sus padres se separaron comenzaron a vivir momentos muy malos y que tendrían que haber vendido la casa familiar mucho antes. "Tú no tienes tantos momentos de esta casa porque en el momento que pasó lo de mamá, que era tremendo, no estuviste tan presente", le dice su hermano Jacobo.
"Yo he apoyado a mi madre siempre en todo. Llegaba pensando que ojalá estuviera bien o que estuviera con alguien entretenida, no siempre escribiendo en ese libro que tenemos el recuerdo de ser tan horrible", dice el mayor de los hermanos sin poder contener las lágrimas. "Son muchas imágenes que te vienen. Recuerdas cosas que tenía un poco apartadas de mi vida", explica al hacer repaso por su infancia para esta cuarta temporada. Pablo, por su parte, deja claro que son quienes son gracias a su madre, que siempre ha estado ahí "para todo" y todo se lo deben a ella. .
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