Una década de relación es una cifra más que redonda para hacer balance. Y esto es precisamente lo que hacía Arturo Valls en el estreno en Madrid de 'La gran depresión'. En la alfombra roja previa a esta función en la que se habla de amor, el exitoso presentador ha querido explayarse sobre cómo se encuentra en esta cuestión. Y a pesar de sus reticencias a romper la barrera de lo personal cuando se enfrenta a una cámara, el valenciano ha hecho una excepción para contar cómo ha cambiado su matrimonio con Patricia María Santiveri.
Esta comedia protagonizada por sus "paisanas" Nuria Roca y Antonia San Juan habla de la búsqueda de la felicidad, la amistad, el fracaso, la soledad, la madurez, los autoengaños o la auto-superación. Con todos estos temas se siente identificado el presentador porque al final, según sus declaraciones, en eso consiste la vida. "Me gusta venir virgen a los estrenos porque me gusta sorprenderme. He leído poco sobre la obra", advertía a nuestros compañeros de Europa Press, que preguntaban a Valls sobre otros dos temas que tratan a fondo en esta pieza teatral: la salud mental y el amor.
En cuanto a lo primero, Arturo reconoce que "por suerte está bastante bien". El cómico explicaba que relativiza "un poco todo" y quita hierro a la presión que se ejerce en las redes sociales. "Pero esto te funciona a ti, no tiene por qué funcionarle al otro", era consciente de su realidad Valls, que no ha tenido la necesidad de ir a terapia en su vida. "Por desgracia soy casi una excepción", se sentía afortunado en ese aspecto.
Igual de feliz está con su vida sentimental. El humorista lleva más de una década casado con Patricia María Santiveri. "En casa es muy sólido todo. Yo riego la plantita todos los días. Es un topicazo y un lugar común, pero si se seca la planta hay que llamar a un jardinero que te alegre eso un poco", pasaba de puntillas por el tema, como viene siendo habitual. "En lo personal atravieso un buen momento, nos entendemos cada vez mejor, ya es una relación muy larga y cada vez te entiendes mejor", concluía.
Ser padre junto a Patricia ha sido lo mejor que le pasado a Arturo en la vida. “¿Tú sabes lo bonito que es despertarte y escuchar ‘hola, papi’, y cuando vuelves a casa del trabajo que te dé un abrazo? Eso hace que se te pasen todos los males”, se le caía la baba al hablar de su paternidad en una charla con la agencia EFE. “Desde que nació dejé de pensar solo en mí mismo, y me dediqué y me dedico a pensar en él y para él”, el nacimiento de Martín cambió por completo sus prioridades.