Las imágenes Iñaki Urdangarin cogido de la mano de Ainhoa Armentia, su nueva pareja, en la playa de Bidart han devuelto a la familia de la infanta Cristina a primera línea de actualidad. Mucho se ha escrito sobre los exduques de Palma y sobre su pasado, su presente y su futuro. Hoy situamos el foco en sus hijos: cuatro adolescentes que han pasado de crecer entre palacios a vivir en diferentes puntos del mapa. ¿Cómo son Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene?
El primogénito de Urdangarin y Cristina de Borbón, ojito derecho de su abuela Sofía, es el más discreto y enigmático de los hermanos. Siente rechazo a aparecer en los medios de comunicación, probablemente porque es el que más sufrió con el calvario familiar derivado del ‘caso Nóos’. Tenía 10 años cuando en 2009 tuvo que hacer las maletas, abandonar Barcelona, sus amigos del Liceo francés y su casa en el palacete de Pedralbes para empezar una nueva vida en Washington, en primer lugar, y después en Ginebra.
Si durante su infancia su carta de presentación era la timidez, en su adolescencia se tornó algo enrabietado. Afortunadamente canalizó sus frustraciones en el deporte: juega al balonmano, al tenis, le gusta montar en bici e incluso practica esquí acuático. Muy responsable y religioso, hace 4 años, tras concluir bachillerato en el Ecolint de Ginebra, el séptimo en la línea de sucesión al trono de España se tomó un año sabático para irse a Camboya como cooperante de la ONG Sauce. A su regreso, en 2018, se matriculó en la universidad británica de Essex para cursar relaciones internacionales.
A Juan se le ha visto últimamente por la capital, donde ha sido voluntario en la Fundación Entreculturas y donde disfruta de la compañía de sus primos Victoria Federica y Froilán, a los que está muy unido.
Pablo Nicolás Sebastián, de 21 años, es el más mediático de los hijos del matrimonio. A pesar de llevarse tan sólo un año con su hermano mayor tiene una personalidad más extrovertida y despierta a la suya. Como su padre, está cumpliendo su sueño deportivo, ya que forma parte del equipo del Barcelona de balonmano. "Es una alegría muy grande para nosotros porque se repite que un miembro de nuestra familia está jugando en el Palau", dijo de él su padre el pasado octubre, cuando el joven debutó en el primer equipo.
Como Juan Valentín, también estudió en el Liceo Francés de Barcelona, ciudad en la que sigue viviendo. Es habitual ver a los miembros de su familia en las gradas para animarle en sus partidos, y él no se corta con los medios, a los que atiende respetuosamente cuando acaba un partido. Más allá de la cancha, Pablo sigue cursando sus estudios de Administración de Empresas en el EU Business School y muestra su faceta más divertida y creativa a través de su cuenta de Tiktok.
El tercero de los hijos de los ex duques de Palma es el más desconocido de los querubines del clan. El tercer varón es, al igual que su hermano mayor, alérgico a la prensa. El ahijado del rey Felipe, que cumplirá 20 años en abril, actualmente vive en Londres, donde está formándose en ciencias del mar, ya que es un apasionado de la biología y los océanos.
También ha destacado siempre por ser muy buen estudiante, sensible y divertido. Estuvo mucho tiempo apuntado a clases de piano y sus padres asistían a los conciertos que ofrecía en el colegio. Además, el más rubio de los Urdangarin Borbón, y el que más rasgos comparte con su padre, es un apasionado del skate.
La pequeña de la casa es Irene Urdangarin. Bautizada con ese nombre en homenaje a la hermana de la reina emérita, guarda un gran parecido con su madre.
La benjamina de la familia reside en la actualidad en Suiza junto a su progenitora, cursando estudios en la Escuela Internacional de Ginebra. Deportista, atraída por la moda y la música, y con una fuerte personalidad, tan solo se lleva unos meses con su prima Leonor, con quien se la ha comparado en más de una ocasión pese a que sus vidas han sido bien diferentes.