Jaime Ostos ha fallecido este sábado a los 90 años de edad tras sufrir un infarto en Colombia, país en el que se encontraba de viaje con su tercera mujer, María de los Ángeles Grajal López. Los restos mortales del torero han sido incinerados y se espera a que sus cenizas sean repatriadas a España, donde sus hijos y sus seres queridos darán al maestro su último adiós.
El estado de salud de Ostos no atravesaba su mejor momento. Él mismo reconocía su debilidad, la cual acusaba a las varias operaciones a las que había tenido que someterse en los últimos tiempos. Pero también a la covid-19, la cual padeció a principios de la pandemia, le dejó tocado y con importantes secuelas. Tras padecer esta enfermedad, Jaime Ostos bajó una notable cantidad de peso. A pesar de ello, Jaime Ostos jamás perdió las ganas de vivir y de intentar superarse a sí mismo, por lo que a pesar de su avanzada edad, el andaluz continuaba realizando sus ejercicios diarios para mejorar y continuar haciendo vida normal.
Jaime Ostos fue uno de los grandes maestros del mundo del toro y un auténtico referente en su época, cuyo máximo esplendor tuvo lugar en las décadas de los 60 y 70. Originario de Écija, municipio perteneciente a la provincia de Sevilla, el andaluz se disponía a soplar las velas de su 91 cumpleaños el próximo 8 de abril. Precisamente en su pueblo hizo su debut con 21 años el 1 de junio de 1952, con Bartolomé Jiménez Torres y novillos de Belmonte, aunque la alternativa no la tomaría hasta pasados unos años.
Esta la hizo en octubre del 56 en Zaragoza, con El Litri como padrino y Antonio Ordóñez como testigo. Su carrera en el ruedo estuvo plagada de éxitos, aunque también tuvo importantes sustos, pues a lo largo de su trayectoria llegó a sufrir hasta 25 cogidas graves. En una de ellas llegaron incluso a darle por muerto. Aunque en el 77 anunció su retirada definitiva de los ruedos, a lo largo de los años fueron distintas las ocasiones benéficas en las que se le pudo volver a ver vestido de luces. La última vez que cogió el capote de forma pública fue en 2003 en la plaza de toros de su ciudad natal.
En el terreno sentimental, la vida quiso que Jaime Ostos tuviese tres grandes amores. Consuelo Alcalá fue su primera mujer. Con ella se casó en octubre de 1960 y fruto de su relación nacieron sus hijos Jaime y Gabriela Ostos (madre de sus nietos Soledad y Víctor). Después de nueve años de matrimonio y una intensa batalla judicial, ambos consiguieron firmar el divorcio y la nulidad matrimonial.
La actriz Lita Trujillo fue la segunda esposa del diestro, con quien se casó por lo civil en San Lorenzo del Escorial en 1987, con quien no tuvo ningún hijo. En 1992, fruto de una relación extramatrimonial con Aurora Díaz nació su tercera hija, Gisela, a quien la justicia reconoció como legítima en 2003.
La neumóloga María de los Ángeles Grajal López fue el último y gran amor de Jaime, a quien en una de sus últimas entrevistas se refería como su "salvadora". Su intención era contraer matrimonio en Yerbabuena, la finca de Rocío Jurado en la que esta contrajo matrimonio con Ortega Cano y su hija Rocío Carrasco con Antonio David Flores, sin embargo, su sueño no pudo cumplirse ya que la familia puso en venta la finca. Finalmente se casaron en 2014 en una ceremonia íntima celebrada en Villaviciosa de Odón. Fruto de su relación nació el cuarto hijo del torero, Jacobo Ostos.